El caso del feminicidio de una adolescente de 17 años en Iztacalco, Ciudad de México, ha descubierto las deficiencias en nuestro sistema de procuración de justicia.
De acuerdo con diversas investigaciones periodísticas -entre las que destaca la de Animal Político https://tinyurl.com/2hf44k7n- el ahora identificado como presunto multifeminicida “Miguel N” pudo estar en la mira de las autoridades desde 2012… solo que… no lo estuvo.
Indicios en diversas carpetas de investigación, identifican al ahora infame Miguel “N” como uno de los principales sospechosos de la desaparición de diversas mujeres en los alrededores del Metro Coyuya en la ciudad capital del país, pero no bastó ello para que se realizaran mayores indagatorias que llevaran al ahora detenido en flagrancia.
En un país en el que en promedio 10 mujeres son asesinadas diariamente, parece una burla que las investigaciones en materia de feminicidios y desaparición de mujeres no sea una prioridad para las instituciones de procuración de justicia. Y sí, para variar, se trata de voluntad política y presupuestos.
Las Fiscalías se encuentran en situación deplorable en cuanto a asignación presupuestaria y personal calificado para realizar investigaciones de calidad que contribuya a la procuración de justicia.
Los Ministerios Públicos están saturados de casos y no cuentan con capacidad ni experiencia para sacar adelante investigaciones técnicas y fundamentadas que ayuden a llevar paz a las familias de miles de mujeres.
Además, en la agenda pública, atacar la discriminación y asimetrías de género sigue siendo un tópico que solo sale un par de veces al año en el marco del #8M y del 25 de noviembre, día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer.
A penas, hace unos días, se reportó una tentativa de feminicidio perpetrada por un niño de 13 años en contra de una niña, que ya no quiso ser su novia, demostrando lo arraigado que la cultura machista se encuentra en nuestras comunidades y que son semilla de nuevas violencias en razón de género.
Otros casos de feminicidio, violencia física y sexual en contra de las mujeres son reportados de manera diaria sin que se alerte como una prioridad de las políticas públicas en ningún nivel.
Con el inminente arribo de la primera mujer presidenta del país, se antoja lejos aún que realmente se realicen cambios sustantivos para corregir los fallos estructurales que una y otra vez se van develando en las instituciones de procuración de justicia en materia de violencia de género.
¿Cuántas historias más como esta? ¿Para cuándo la vida y dignidad de las mujeres será prioridad?
@GalateaSwanson