Desaire

VAYA que el gobierno de Oaxaca está tomando una postura más que mimética respecto a la que asume el gobierno obradorista en la indiferencia que este último muestra en torno a la ciencia y la educación.

EL DOMINGO pasado se realizó un homenaje póstumo a MODESTO SEARA VÁSQUEZ, el fundador de la Universidad Tecnológica de la Mixteca y del Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (SUNEO).

LA ENORME calidad de este sistema educativo ha convertido a sus universidades en garantía de movilidad social para sus alumnos y permite, hasta este momento, contar al SUNEO entre las mejores opciones educativas y de acceso a la ciencia que tienen las juventudes oaxaqueña y mexicana, incluso allende las fronteras de nuestro país.

POR ESO, resultó un desaire político el que a este evento póstumo, de institución tan importante para el sistema universitario en OAXACA, no haya asistido ningún representante del gobierno jarista. Al menos, debió haber asistido el titular del IEEPO, EMILIO MONTERO, o la titular de la Secretaría de Educación Pública de Oaxaca, DELFINA GUZMÁN. Pero nada.

ALGO que remarca esa postura antieducativa, anticientífica, de la autodenominada “Cuarta Transformación”.

Luego de la intervención de la actual rectora, MARÍA DE LOS ÁNGELES PERALTA, las palabras del exgobernador HELADIO RAMÍREZ, el principal impulsor de la UTM (en 1988 encargó al hoy extinto, un proyecto de universidad para Huajuapan de León y posteriormente, le encomendó su creación), dibujaron con claridad la filosofía educativa de SEARA VÁSQUEZ.

“Preparar a las nuevas generaciones para que, a partir de los conocimientos, de su preparación, pudieran servir al desarrollo de los pueblos y a sus necesidades sociales.

“(…) Las universidades debían ser las instituciones clave, aunque no las únicas, en el avance de los pueblos porque ellas forman a los cuadros dirigentes.

“(…) Una parte importante de la vida universitaria, la más importante, es la formación de la personalidad, imbuyendo al estudiante los valores positivos individuales y sociales que luego van a condicionar y facilitar su inserción social, espíritu de trabajo, disciplina, solidaridad, compromiso social, ambición, honestidad, son valores que no se pueden improvisar ni reinventar todos los días, pues son la experiencia histórica de un pueblo que en ellos reflejan la personalidad que le es propia”.

ESOS también, son valores, recalcó el exmandatario oaxaqueño, que asumió el Movimiento de Expresión Política (Una Agrupación Política Nacional impulsada por él mismo) que se organiza bajo la égida de la Fundación Ayú, cuyo Centro de Estudios Políticos e ideológicos estimuló el doctor SEARA.

LA GRAN BATALLA

EN LO QUE COINCIDÍAMOS, dijo el exgobernador respecto a SEARA, es en que “la gran batalla, particularmente de Oaxaca (…) es por un desarrollo integral y para ello es necesario un cambio estructural, principios que hagan prevalecer los intereses sociales sobre los intereses de los menos, los compromisos populares, la justeza de miras, sobre las palabras vacías, la solidaridad con el pueblo por encima de la codicia de los menos”.

RESULTÓ interesante además escuchar las vivencias, anécdotas y hasta el llanto ahogado (y más que sincero) de muchas de las cabezas de cada una de las universidades que conforman el SUNEO respecto a la gran huella que dejó en ellos el que fuera rector.

DEJARON entrever que fue un hombre congruente, “formador de personas”, que enseñaba con el ejemplo.

UN OBELISCO se erigió enfrente de la rectoría de la Universidad Tecnológica de la Mixteca, donde yacerán parte de las cenizas del doctor SEARA y a la calle que conduce a esta universidad se le ha dado su nombre.

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