Descontento social
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Opinión

El Crematorio

Descontento social

 


Es de cierta forma incomprensible el proceder de los gobernantes, especialmente,  cuando la soberbia domina sus actuaciones. Pues el presidente de México,  Andrés Manuel López Obrador se quejó amargamente hace unos días en su conferencia matutina, que es el presidente más criticado por la prensa en  la historia de México, y se comparó con Francisco I. Madero; pero está equivocado o como siempre tiene “otros datos”, porque  Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto en su segundo año de gestión y en el mismo mes, habían recibido más críticas y ataques,  que las que motivan la queja del propio López Obrador, quien se asume en el “martirólogio” del linchamiento mediático. Nada más falso, como lo dejó bien claro y establecido Joaquín Lopez Dóriga,  en respuesta al comparativo de medios presentado en la mañanera.

Obvio,  pues el líder supremo señala como sus adversarios  a quienes no concuerdan con su forma de pensar,  y afirma que todo lo que no apoya a su gobierno, está contra la 4T. Maquillando, simulando y ocultando la incompetencia de su gobierno,  que a dos años de distancia, no se cansa de marcar, señalar, denostar;  ante un escenario que es sinónimo de violencia, de opresión, de imposición, de dominio y de ruptura de la sociedad y de la  convivencia,  con todo el mal que ello conlleva.

Por qué si las cosas están bien, según López Obrador, hay tantas marchas, protestas y plantones; de madres de víctimas de desaparecid@s, de madres de niñ@s con cáncer, de feministas que cierran filas en defensa de sus derechos y que exigen justicia. Hay mucho descontento social, ¿por qué?