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Editorial

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Los oaxaqueños esperan que las elecciones del próximo 2 de junio se celebren en un ambiente de orden, paz y tranquilidad para que sea abrumadora la participación de los ciudadanos. El gran reto de todos es participar en las campañas político-electorales alejados de cualquier insinuación de violencia, pues se ha demostrado por parte de todos los sectores productivos y sociales que Oaxaca debe mantener su estabilidad y paz social ante el clima de violencia en otras partes del país.

Al margen de que las marchas, plantones y bloqueos realizados por organizaciones políticas y sociales que buscan crear un ambiente de inquietud e incertidumbre que no deben aparecer ante el riesgo de crear un clima violento, corresponde a los actores políticos y sociales, así como a altos organismos electorales y autoridades de los tres órdenes de gobierno, la encomienda de llamar a participar a la ciudadanía en un clima de estabilidad y paz social.

De ahí que la convocatoria sea a todos los actores políticos a respetar las reglas, evitar la violencia política y la difusión de noticias falsas, para garantizar la transición del poder político en orden y en paz. Solo preservando los principios que rigen el proceso electoral se conservará el Estado de Derecho democrático y el orden constitucional.

El respeto a las reglas del juego definido justamente por todos los actores políticos permitirá que la transición en el poder político se lleve de manera pacífica y en orden. En el ámbito local, será esencial no coartar el derecho de los oaxaqueños, sobre todo cuando Oaxaca tiene una sociedad activa, informada, preocupada y ocupada en que sólo en un ambiente de orden y paz se pueden alcanzar los objetivos de progreso y desarrollo.

La tarea de las instituciones, partidos políticos y ciudadanía es lograr que los comicios de este año sean un éxito, una manifestación del compromiso democrático y un ejemplo de elecciones libres y altamente competidas, que permitan un cambio pacífico de los gobernantes.

 

Cultura del agua

 

Ante una sequía severa que impacta a la población en general, se sigue exhortando a los oaxaqueños a tomar conciencia para resolver juntos la crisis de abastecimiento y cuidado del agua, realizar la separación de fuentes de lluvia, industriales y las infectocontagiosas, para que de esa manera disminuya la contaminación de los afluentes de la entidad.

Nunca como ahora se requiere impulsar la participación de las comunidades en cualquier tipo de proyectos que puedan afectar y lesionar el medio ambiente y sus recursos naturales, pues necesitan estar informados y conocer los alcances que puedan tener.

Generar conciencia sobre lo grave de la situación del agua no solo en Oaxaca sino en el país y el mundo, donde se requiere de la participación de todos para implementar políticas y hábitos que ayuden a su cuidado ante su relevancia ecológica, social y cultural.

El agua es fundamental para los procesos naturales y sociales, existen graves problemas de abasto, uso y disposición, y para solucionarlos se requiere un singular esfuerzo de concertación de esfuerzos públicos, sociales y privados. Una propuesta es proteger y restaurar los procesos naturales de los que depende el agua en los Valles Centrales de Oaxaca y mejorar así el bienestar de sus pobladores.

Necesitamos agua para todos, para ecosistemas y para la soberanía alimentaria, terminar con la contaminación, sobreexplotación y destrucción de cuencas y acuíferos y poner fin a la vulnerabilidad por inundaciones y sequías. En este planteamiento se debe insistir en rescatar cuanto antes los ríos debido a que la contaminación en muchos de ellos es muy severa.

Frenar la violencia contra el ciclo del agua que está ya volviéndose contra nosotros en forma de sequías o inundaciones catastróficas, así como a detener nuestra imprudencia al ensuciar el agua, lo que está ya provocando enfermedades epidémicas.