Homicidios dolosos al alza
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Opinión

Editorial

Homicidios dolosos al alza

 


A casi diez días de concluir la actual administración la ola de ejecuciones y acciones criminales se han exacerbado en Oaxaca. La ciudad capital no ha estado exenta de ello. Los homicidios dolosos que se presentaron en los últimos días tienen el sello característico de los grupos delincuenciales que, al parecer, siguen perviviendo entre nosotros, como vecinos o colonos. Otras partes de la entidad, como en Pinotepa Nacional, en donde el domingo pasado fue ejecutado un joven, cuando se encontraba descansando en la hamaca o Miahuatlán de Porfirio Díaz que repite escenarios de los años 60 del Siglo XX, cuando se exterminaban entre familias, hoy en día es un campo cotidiano de ejecuciones, levantones, secuestros y otros ilícitos. Apenas el lunes pasado, en céntricas calles fue ejecutado en el interior de su automóvil, quien fuera Oficial del Registro Civil, además, líder municipal del Partido Acción Nacional (PAN).

El martes pasado a mediodía, vecinos del Fraccionamiento “San José La Noria” y de Trinidad de las Huertas reportaron una balacera. En efecto, presuntos sicarios ejecutaron a un arquitecto, de 36 años de edad, originario de Matías Romero, dedicado a la construcción de vivienda. Se dice que en ese momento se dirigía a sus oficinas. Algunas fuentes revelan datos nada favorables de la víctima, en el sentido que habría tenido serios problemas de tipo legal por denuncias de personas afectadas en la venta de viviendas de interés social. Serán las autoridades las que develen los móviles. Otro caso más, éste en verdad espeluznante. Vecinos de San Martín Mexicápam detectaron a un perro con un brazo humano en el hocico. Poco después se descubrió el resto del cuerpo humano. Este escenario dantesco se ha ido convirtiendo en algo común entre la ciudadanía.

La actividad criminal se ha reducido en algunas regiones, como Tuxtepec, por ejemplo, que hace al menos un par de años era nota cotidiana de secuestros y ejecuciones. Es posible que la labor de sellamiento que ha desarrollado el gobierno estatal en la frontera con Veracruz, haya dado resultado, sin embargo, hay otras regiones que siguen igual o peor. Es el caso del Istmo de Tehuantepec y, específicamente, de Juchitán de Zaragoza, Matías Romero, Santa María y Santiago Petapa, entre otras comunidades violentas, con alto índice de criminalidad. En los últimos tiempos, ese fenómeno parece haberse trasladado a otras regiones, como la Costa y los Valles Centrales.

 

¿Alivio o suplicio?

 

Desde antes del festejo del Día de Muertos y si bien la afluencia de visitantes del país y el extranjero no se vio abajo, sino que se mantuvo en los niveles más altos, los prestadores de servicios turísticos advirtieron que la crisis de la basura sería la puñalada fatal para este puente largo del 20 de noviembre. En efecto, muchos visitantes se fueron con una pésima imagen de nuestra capital convertida en cochinero. Lo grave es que esto sigue y no tiene para cuándo solucionarse. Bajo esa premisa, nada bueno se espera para que estos días de asueto sean exitosos, más allá de las cuentas alegres que se hacen en la Secretaría de Turismo estatal, en donde han anticipado que se espera una derrama económica superior a los 300 millones de pesos. Es evidente que, pocos turistas, salvo aquellos que han comprado con antelación sus paquetes y boletos de viaje, están interesados en venir.

He ahí el porqué es urgente que el tema de la basura tome los caminos del arreglo. No debe entorpecerse la afluencia de visitantes en el mes de diciembre. Ya hemos comentado en este mismo espacio editorial de la pésima imagen que ha tenido nuestra capital en los últimos períodos vacacionales. Hace exactamente un año, inició la crisis de la basura, sólo que esa vez fue por la torpeza del expresidente municipal de Oaxaca de Juárez, al no hacerles entrega de los recursos pactados con antelación. La ciudad se mantuvo como un cochinero, pese a los llamados urgentes de la sociedad. Se dejaron de recolectar desechos sólidos por un tema sindical. No obstante, y, pese a la tozudez de los dirigentes, al menos la última semana del año la crisis entró en un impasse de solución.

No nos cansaremos de mencionar que no existe solidaridad para resolver la problemática y que el edil de la capital, Martínez Neri, se encuentra en un callejón sin salida, justamente porque el tema de la basura salió de una esfera práctica y administrativa para sumergirse en el entorno político. No es un secreto que el aludido no está en el ánimo del gobernador electo, Salomón Jara, además de que, hasta el momento ha actuado con suma torpeza, dando sólo palos de ciego. Por el bien de los oaxaqueños y de los visitantes que, a pesar de muestra mala imagen siguen llegando, que esta crisis tenga una rápida salida, antes de que en verdad el ánimo ciudadano colapse y entre en un panorama de violencia.