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Opinión

Editorial

Privilegiar precauciones

 


El miércoles de la semana pasada, medios locales se dieron vuelo para destacar que los Servicios de Salud en el Estado (SSO), confirmaron la existencia de la cepa británica del SARS-CoV2, origen de la Covid-19, en dos turistas extranjeros que habían estado de vacaciones en una población de la costa oaxaqueña. El descubrimiento se habría hecho, al practicarle a ambos la prueba que se exige para salir del país. Aunque pudiera interpretarse como una situación alarmista, la situación de contagios y muerte en el país y, particularmente en Oaxaca, apuntan a que ninguna medida de prevención en tiempos de pandemia, está por demás. No hay que olvidar que luego de dos semanas de estar en semáforo epidemiológico verde, nuestra entidad retornó al amarillo, lo que implica que las medidas sanitarias se han relajado en la población, sobre todo luego de la segunda etapa de vacunación a los adultos mayores de 60 años de edad.

El descubrimiento de la cepa británica, mal letal que la de Wuhan, provocó en el Reino Unido verdadera alarma, pese al avance del programa de vacunación. Nuestro estado, así lo confirmamos a diario con el reporte de los SSO, no ha cedido en materia de contagios y decesos. Sin embargo, a partir del viernes, estamos en semáforo verde de nuevo. Si bien es cierto que el número de enfermos en hospitales se ha reducido sustancialmente, ello no implica que estemos a salvo de un virus tan letal como el que nos ocupa. Al paso que vamos bien podemos retornar en breve a naranja, si es que el relajamiento en los protocolos sanitarios sigue como hasta hoy. El gobernador Alejandro Murat ha insistido una y otra vez, en que no hay que bajar la guardia. Lamentablemente, mientras la población ya vacunada sigue protegiéndose para evitar contagiarse, habida cuenta que el biológico no es una garantía de inmunidad total, parte de la población sigue acudiendo a eventos masivos y antros.

No está por demás ponderar las recomendaciones que ha hecho el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO) a partidos, coaliciones y candidatos, a evitar mítines, caravanas y calendas, tan usuales en tiempos normales, pero que hoy deben ser desechadas por completo, ante el riesgo de contagios. Candidato (a), que siga las prácticas de antaño, estaría incurriendo en omisión criminal, más ahora con el riesgo de poder contraer el mal, pero magnificado con la cepa británica que, como comentamos líneas arriba, estuvo en Oaxaca a través de dos extranjeros.

Grupos de presión

Desde hace al menos tres meses, los habitantes de la ciudad capital y municipios conurbados hemos estado bajo el asedio de organizaciones sociales, particularmente de raigambre indígena como el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) y su escisión, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI). Son los mismos, nada más que sus dirigentes buscan el beneficio público con diferentes métodos. El primero, comandado por Rogelio Pensamiento Mesinas, un radical que se volvió moderado cuando se hizo cargo de la organización que fundó Heriberto Pazos Ortiz, ya desaparecido y continuó Rufino Merino Zaragoza, que corrió con igual suerte. La segunda, es una escisión de la primera, pero en la dirigencia se han enquistado verdaderos vividores: Macario Merino García y Horacio Santiago García, una dupla que se ha dedicado a pregonar escenarios violentos en la zona de Tierra Blanca, Copala, y señalando a su adversario, el MULT, mientras son señalados de fomentar la violencia y el crimen.

Su voracidad es tal que toman a una etnia que, sin descalificar, ha vivido eternamente de la dádiva oficial o siempre alargando la mano, para movilizarse en la Ciudad de México, a donde radican indígenas de dicho grupo vendiendo sus artesanías, para presionar al gobierno federal a declararlos desplazados y emular a quienes, con ese mismo estatus, han pervivido hacinados en los pasillos del Palacio de Gobierno desde hace once años. Ése es su objetivo principal, pues saben que sus hermanos de raza, que tomaron esa providencia hace más de una década, tienen un espacio privilegiado para vender sus productos e incluso, rentar espacios públicos a particulares, además de vivir de lo que el gobierno estatal les provee, como cumplimiento a las referidas medidas cautelares. Bajo esa premisa, se han dedicado a bloquear no sólo las vías carreteras de la Mixteca, sino de manera constante, la Carretera 190, a la altura de Hacienda Blanca, ocasionando descalabros a automovilistas, pasajeros y transportistas.

Durante toda la semana anterior, mujeres indígenas triquis, explotadas y utilizadas por el par de vividores que hemos señalado, realizaron bloqueos. Se sabe que se trata de un intento desesperado de la dupla Macario/Horacio por darle vida a su supuesto movimiento, pues las autoridades de Tierra Blanca no los quieren ahí, menos el gobierno federal, pues trascendió que en una visita que hizo a la zona el Subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas se pudo percatar que el tema de la violencia es un ardid de estos demagogos para acreditar una realidad inexistente.