Concluye periodo
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Concluye periodo

 


Hoy concluye el período de confinamiento en casa al que convocó el gobernador Alejandro Murat para contener el avance de la pandemia de Covid-19, hace unos días. Si bien es cierto que, como lo comentamos en su momento, este mal no nos ha dado tregua, pues siguen en ascenso contagios y muertes, también es cierto que, aunque fuera poco significativo, hubo conciencia para reducir la movilidad. Con el eslogan #Yo me resguardo por Oaxaca, se convocó a las familias oaxaqueñas a no salir de sus casas o hacer lo mínimo para paliar la letalidad del citado mal, que ha cobrado cientos de miles de vidas en el mundo y muchos miles en México. Con certeza, seguirán los llamados, habida cuenta que el famoso “pico de la pandemia” no se ve que esté cerca. Además de que, como lo han informado las autoridades sanitarias del gobierno federal, Oaxaca avanza con una letalidad grave por arriba de otras entidades del país.

Uno de los factores que se pensaba habría de influir para contener el Covid-19, fue el cierre temporal de la Central de Abasto, ubicado por el gobierno de la ciudad como un foco de contagios. Por fortuna, hubo aceptación de locatarios y dirigentes, sin soslayar que no faltaron las resistencias, particularmente de ciertos personajes que se han asumido los amos y señores de los mercados, como es el caso del ex diputado federal, Hugo Jarquín. Quienes tienen sus negocios o laboran en dicho centro comercial y popular, han acordado suspender actividades los miércoles. No omitimos mencionar que, los primeros tres días que estuvo cerrado dicho mercado, acudieron las brigadas para fumigar, con el objeto de salvaguardar la salud y la vida tanto de locatarios como de clientes.  

Para seguir en esta escalada mortal, ante un enemigo silencioso y letal, como es el nuevo coronavirus, la única alternativa de salvación o al menos de contención es el quedarse en casa. Las autoridades –insistimos- han apelado a la corresponsabilidad ciudadana. Es necesario resaltar que hay quienes no pueden permanecer en sus hogares, como es el caso de los trabajadores de electricidad, de limpia, de reparto de agua, periodistas, voceadores y muchos otros, pero también hay quienes pueden hacerlo sin problema alguno. Con certeza pues, seguirán los llamados a confinamiento una vez más, hasta en tanto no veamos que este serio problema de salud pública, inédito por su impacto mundial, haya reducido su carga mortal.

“Prioridades” legislativas

Si bien es cierto que hay un dicho vulgar que afirma que “los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”, también había que acuñárselo a los representantes populares. Nuestra LXIV Legislatura del Estado ha superado con creces a las dos o tres pasadas, al ser calificada como una de las peores de los últimos tiempos, además, una de las más onerosas, opacas e improductivas. La semana pasada movió a risa la propuesta que hiciera el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Horacio Sosa Villavicencio, quien es, asimismo, coordinador de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido mayoritario que cuenta con 26 diputados y diputadas, haciendo mayoría absoluta en dicho órgano legislativo. Aunque dicha bancada no es homogénea, sino que, está fracturada en al menos dos grupos, en votación siguen teniendo mayoría y aplastando con ello a los partidos menos representados.

Se trata de quitar del edificio legislativo de San Raymundo Jalpan, placas y leyendas inscritas ahí, que tengan el nombre del ex gobernador Ulises Ruiz y de quien fuera en los años de ese gobierno, presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Bulmaro Rito Salinas. En abono a su propuesta tomó como referencia un informe que afirma fue elaborado por una ficticia “Comisión de la Verdad”, formada por personajes como el periodista Diego Osorno y el controvertido guía moral del Albergue “Hermanos del Camino”, Alejandro Solalinde Guerra, entre otros, la cual fue impulsada por la presión que el magisterio afiliado a la Sección 22, ejerció sobre el ex gobernador Gabino Cué. Éste, jamás tomó en cuenta a la famosa Comisión, que fue una especie de membrete, al igual que la Fiscalía de Atención a Delitos del Pasado, de vida muy efímera.

Lo que puso en tela de juicio la propuesta de Sosa Villavicencio, asumiéndose ya como el juez de instrucción para juzgar el pasado, es la forma tan torpe en la que nuestros legisladores (as) de Morena, pierden el tiempo. Influidos seguramente por ese deseo de venganza que permea en el gobierno de la 4T, no miden pelos ni tamaños para soslayar los temas relevantes de la agenda política y la emergencia sanitaria en la que estamos inmersos, para sacarse de la manga temas que hoy en día, salvo a unos cuantos, a nadie más interesan. Los tiempos de unidad para enfrentar juntos un mal que está diezmando al país y al estado, bien se pueden ir al carajo.


aa

 

Relacionadas: