Más que promesas
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Opinión

Editorial

Más que promesas

 


Desde hace mucho tiempo, los oaxaqueños hemos vivido de esperanzas. Somos una entidad que parece no pertenecer al Pacto Federal, pues vemos que el desarrollo y la grandes obras públicas impactan en otras entidades, menos en la nuestra. Nos hemos considerado el “patito feo” del gobierno federal, pues se nos ha regateado hasta lo elemental. El mejor ejemplo son las súper carreteras al Istmo y a la Costa. La primera con 18 años de espera; la segunda con cerca de 10 años en stand by. Esta situación no se ve por ningún lado. Pareciera pues que no obstante nuestros grandes recursos naturales, el gran potencial turístico, cultural, artístico, etc., seguimos a la zaga del desarrollo nacional, esperando siempre las bondades del gobierno central. Por ello, cada visita del presidente de México, que en la administración pasada sólo vino a hurtadillas y con muchas promesas, esperamos novedades reales y no promesas. Como en el pasado, la visita de AMLO la semana pasada, despertó grandes expectativas. Esperamos que sus ofrecimientos que hizo desde campaña se hagan realidad. Oaxaca tiene un sinfín de problemas, además de los índices de pobreza e inseguridad que arrastra.

Es prudente decir que estamos hartos de promesas y proyectos fallidos; de intentos y ofrecimientos que no llevan a ningún lado. El ejemplo más patético fue el de la Zona Económica Especial de Salina Cruz, que ahora sabemos, está pulverizada y será sustituida por el Proyecto Transístmico. Lo peor de todo ello es que jamás nos enteramos de su despegue o éxito. Todo fueron discursos y verborrea. Inversiones fantasmas e irreales, pero que en un momento nos hicieron soñar con la posibilidad de que Oaxaca fuera, en realidad, un estado industrial, como ahora se dice oficialmente, sin que terminen de convencer al pueblo. No obstante lo anterior, en Oaxaca esperamos que las propuestas presidenciales se hagan realidad, pues tienen en su favor el tiempo, es decir, la gestión de AMLO apenas inicia, lo que permitirá ir apuntalando poco a poco los citados proyectos. Para lograr que ello sea exitoso, también debe trabajar su contraparte estatal, es decir, el gobierno de Alejandro Murat, para evitar que los opositores de siempre, los que todo tratan de torpedear, no se conviertan en obstáculos oficiosos del proyecto presidencial para el Istmo.

1º de mayo: Festín de la CNTE

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo es la conmemoración del Movimiento Obrero Mundial. Es una fecha que se ha utilizado habitualmente para exigir diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras por parte, fundamentalmente, de los movimientos, pero utilizado en México por los movimientos que se dicen de izquierda y anarquistas. La historia nos remite al Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, como una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los llamados Mártires de Chicago, sindicalistas que fueron ejecutados en los Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas. Ello tuvo su origen en una huelga iniciada el primero de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, la llamada Revuelta de Haymarket. En México, los desfiles del “Día del Trabajo” nos remiten asimismo a la Casa del Obrero Mundial y a las marchas que llevaban a cabo las confederaciones de trabajadores, tanto opositoras como leales al gobierno de la postrevolución.

Sin embargo, en los últimos años, esta fecha ha sido de protesta permanente de parte del magisterio disidente, aglutinado en la llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Desde 2013 en que se aprobaron las reformas estructurales hasta la fecha, su eterna bandera ha sido la derogación de la Reforma Educativa. Desde la semana pasada la CNTE y su brazo ejecutor, el Cártel 22, han hecho llamados a sus agremiados participar en la movilización del día de hoy en la Ciudad de México y a partir de mañana en los estados, en donde tienen presencia: Michoacán, Guerrero, Chiapas y Oaxaca. Su insistencia en ser tomados en cuenta para la aprobación de una nueva ley, que eliminara la evaluación y respete los derechos laborales, que poco tienen que ver con mejorar la calidad de la educación y el beneficio a niños y niñas, le ha hecho confrontarse con el “espurio” régimen de Enrique Peña Nieto y también con el llamado gobierno de la Cuarta Transformación. La CNTE le apuesta a la movilización perpetua y a la politización de la educación, tratando de hacer de ésta su coto de poder. Ante ello, muchas voces se han elevado para exigirle al Estado Mexicano, no transigir en la cesión de prebendas y concesiones. Éste debe mantener el control de plazas y nómina.