El caso Lozoya
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Columna sin nombre

El caso Lozoya

 


La situación del señor Emilio Lozoya, exdirector de Pemex en el sexenio de Peña Nieto, se actualiza después de casi 16 meses de “libertad en su casa”.

Hay que recordar que estuvo detenido en España y fue extraditado a México en donde se le concedió la “calidad” de Testigo protegido o Testigo colaborador, como usted prefiera, ante su confesión y promesa de dar a conocer a los culpables del caso Obredect, empresa que regó millones de dólares en el mundo como cohecho, para recibir obras en diversas dependencias, y en nuestro país en Pemex.

En ese contexto fue señalado de haber recibido cosa de diez millones de dólares, que él ha afirmado los repartió entre funcionarios del sexenio anterior, y se atreve a culpar en sus dichos a diecisiete de esas personas sin aportar prueba alguna.

Con esa promesa, a mi juicio engaña al gobierno del señor presidente López Obrador, al llegar de España extraditado, se siente mal, es enviado a un hospital de polendas y luego a su casa, donde ha gozado de virtual libertad.

El miércoles pasado, por fin fue llevado a declarar, y a presentar pruebas, y como no las tenía sus abogados pidieron sesenta días más de espera en la libertad concedida, pata “terminar de reunir las pruebas” y presentarlas.

No convencieron al juez, quien en las primeras horas hábiles de aquella mañana, concedió una prórroga, por sexta vez, ahora de solo 37 días, pero el fiscal General de la Nación y el titular de la UIF se cansaron de espera y solicitaron la prisión preventiva e iniciara su proceso al final de cosa de tres meses.

En ese contexto el señor Lozoya permanece en la cárcel en prisión preventiva oficiosa, en espera de su juicio, y en esos 90 días deberá presentar si las tiene, pruebas fehacientes de sus afirmaciones y enfrentará en juico acusaciones de cohecho, lavado de dinero y asociación delictuosa por parte de la FGR que le pueden acarrear hasta 37 años de cárcel, ya que previamente ha confesado su culpa. 

Al mismo tiempo se supo que Santiago Nieto, presente en la audiencia judicial del miércoles 3 de noviembre de 2021, dejó saber que existe una cuenta de dos millones de euros, en algún paraíso fiscal, lo que llevó al juez de la casa a temer que se fugara, razón para decretar la prisión preventiva relatada por lo que permanece en pisón.

Curiosamente, parece que el detonador de esta situación fue la foto que tomó una periodista que muestra al señor Lozoya cenando tranquilamente y en libertad en un restaurante muy elegante.

Este será quizás, el juicio más esperado por el mundo político mexicano.

Yo también soy Pueblo.

Por allí nos encontraremos.