El caso Rosario Robles

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El mapache guasón

La señora Rosario Robles lleva presa quince meses, por el conjunto de presuntos delitos que se han dado en llamar la “Estafa Maestra”.

Se le atribuyen esos hechos, por su actuación como Secretaria de Estado en el Régimen de Enrique Peña Nieto.

En opinión de analistas políticos tendría el derecho de estar sujeta a proceso, pero libre bajo fianza, lo que se le ha negado injustamente por un hecho que se considera trivial, que por cierto ella ha negado repetidas veces en su proceso, y que consiste en que aparentemente “presentó” dos documentos de identificación con domicilios diferentes uno del otro, razón por la que el juez de la causa le negó el beneficio referido de la libertad bajo caución o fianza, como sea.

En la opinión de su abogado defensor, estaba a punto de que le otorgaran la fianza, cuando inesperadamente la Fiscalía General de la República, por sus iniciales,  FGR, la acusó de dos delitos más: delincuencia organizada y lavado de dinero, y el juez concedió nueva orden de aprehensión, que en el caso de que se le probaran esos delitos, podría recibir como pena hasta cuarenta años de prisión.

Ante esos agravantes, la señora Robles decidió acogerse al llamado ” Criterio de Oportunidad”, que de concedérsele pudiera obtener la categoría de “Testigo Protegido”, y obtener la anhelada fianza y seguir su proceso en casa.

Esas circunstancias en realidad significan que ella “hablaría” y colaboraría con la FGR, para decir la verdad, y en el caso señala la reclusa que recibió órdenes de Luis Videgaray, ex Secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores, para destinar dinero del presupuesto asignado a su dependencia en campañas electorales.

Expresamente deslinda de responsabilidad a Peña Nieto y a Osorio Chong, este  actual Senador y ex Secretario de Gobernación e insiste en que recibió órdenes para desviar dinero, exclusivamente de Videgaray.

Este último ha negado las acusaciones en una extensa carta de cinco puntos, calificándolas de calumnias, y por su parte Rosario Robles afirma que probará su dicho.

Estamos entonces ante otro escándalo político, que sacará chispas y crispará todavía más el ambiente político que vivimos.

No se puede dar una opinión sobre quien dice la verdad, porque no tenemos los expedientes y no se han presentado pruebas.

Solo queda esperar que no se trate de una argucia para obtener beneficios procesales, ya que la ciudadanía tiene el derecho de conocer la verdad.