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Carpe Diem

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Vivimos durante las últimas semanas en la capital del estado con la zozobra de los bloqueos. La falta de pago del aguinaldo a los sindicalizados del municipio, que es un problema burocrático y no social, encendió sus ánimos y provocó la severa agresión a la ciudadanía a la que sirven.

La falta de un pago tan tradicional como el aguinaldo es una afrenta para cualquier trabajador. Por pequeño que sea su centro de trabajo normalmente recibe algo. En el caso de los sindicalizados, sus contratos colectivos obligan al gobierno a realizarlo en jugosas cantidades. Ejemplo de abuso son los tres meses que recibe el magisterio por este concepto y que contrasta con los miles de ancianos que no reciben nada o viven de la limosna.

La mala planeación financiera de la administración municipal ha provocado el caos. Así es, este gobierno surgido del Morena es un claro ejemplo del mal gobierno de quienes privilegian la lealtad por sobre la capacidad. Gobernar es un trabajo complejo y la administración pública no debe nutrirse de improvisados porque provocan problemas como los que padecemos en este momento, una grave crisis sanitaria por Covid y por acumulación de basura, moscas, cucarachas y ratas por las calles de la ciudad.

Los ayuntamientos generan muy pocos ingresos propios, la gran mayoría de su presupuesto depende de las participaciones federales que les ministra la SHCP. Siendo así hay que preguntarse si Hacienda ya hizo el depósito de los fondos y dónde está ese dinero.

Por si no lo habían notado, existe en todo el país un patrón similar al caso Oaxaca, aunque en otros lugares la gente no es tan simplista como para pretender solucionar todo jodiendo a los demás. En varias ciudades del país hay protestas en estos días por parte de trabajadores exigiendo el pago de sus aguinaldos.

Este patrón generalizado de falta de fondos me lleva a plantear la hipótesis de que es el apoyo obligatorio que los trabajadores están haciendo para la consolidación de la 4T y sus obras faraónicas. No es comedia, es una tragedia. Le explico.

Desde el inicio de este gobierno federal se iniciaron los despidos, la cancelación de cientos de miles de contratos, la cancelación de servicios como las estancias infantiles, la cancelación de las compras de medicamentos, el recorte a los subsidios para seguridad y muchos otros actos de austeridad para concentrar el dinero en obras faraónicas y Pemex.

Este gobierno ha ido más allá del terrorismo fiscal al grado de llegar a la extorsión contra todo tipo de empresas. Es contradictorio que, mientras este gobierno frena la economía la recaudación crece.

A partir de diciembre de 2018 la actividad económica ha venido en declive, la generación de riqueza se ha contraído y, encima, tenemos el castigo de la inflación que golpea nuestros bolsillos.

Pues bien, esa necesidad de recursos por parte del AMLO para su tren Maya, su aeropista Felipe Ángeles, su refinería de Dos Bocas, la refinería Deer Park que compró en Texas y su corredor interoceánico consumen miles millones de pesos del erario. El gran hoyo negro es Pemex, que pierde cientos de millones por minuto. De algún lado deben salir los recursos.

Pues es probable que las finanzas federales estén al borde del colapso y, por consecuencia, no estén realizando las transferencias a muchos municipios. Y lo que está sucediendo este año es lo que llamo “primera llamada”, porque existe la posibilidad de que las cosas se agraven conforme avance el sexenio.

Desde hace muchos años, en las épocas de Salinas de Gortari, se advirtió del desastre de Pemex. Por razones nacionalistas nunca se quiso corregir su situación y hoy estamos pagando las consecuencias. Pemex es una empresa quebrada que tiene más deuda que el propio valor de ella misma.

La misma advertencia existe sobre las pensiones. El país se encamina hacia una profunda crisis social que se ha advertido desde hace varios años porque cada vez se necesita más dinero para el pago de pensiones, salarios, prestaciones y aguinaldos. Lo que está sucediendo este fin de año en nuestra capital puede ser un anticipo de lo que podría vivirse en años próximos en el país.

Estamos padeciendo un nivel cada vez más radical de protestas. Los bloqueos que hicieron los basureros se caracterizaron por la saña con que los realizaron. Suena sarcástico, pero la falta de pago de aguinaldos en varios estados del país es una especie de apoyo involuntario que los trabajadores están dando para la continuación de la 4T y sus obras faraónicas.

Twitter @nestoryuri