No te hagas guaje

No te hagas Guaje. Sin duda la campaña para contener la violencia contra la mujer cae como anillo al dedo a las instancias oficiales. En un comunicado difundido ayer, el gobierno identifica al menos 11 tipos de agresiones contra la mujer. Pero en ninguna de ellas, a pesar de ser de las más importante menciona a lo tiene relación con la violencia institucional. La olvidaron.

Dice el comunicado que es obligación del Estado y de los municipios realizar campañas de información con énfasis en la protección de los derechos humanos de las mujeres y de las leyes que las protejan, cita la Ley Estatal de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Sólo que no mencionaron la importancia de brindar seguridad, pero no solo por el hecho de ser mujer, sino es obligación del Estado proteger la integridad, la vida y el patrimonio de los ciudadanos a quien dice representar y las mujeres son importante sector.

La estigmatización, la violencia institucional. Al tiempo que se daba a fe de este programa otra instancia de gobierno, en evidente marca con hierro fundido, difundió una tarjeta informativa  en donde, de las cuatro marchas que caminaron ayer por la ciudad, tres fueron “identificadas” como “de alto riesgo” y una, la de infantes de “riesgo bajo”.

Cabra preguntar  ¿riesgo de qué? ¿a qué se refiere la advertencia? “de alto riesgo” ¿para quién? ¿para la ciudanía? pues parece que no, dado que ayer al paso del desfile hombres y mujeres de las banquetas, de los balcones o camellones mostraron su solidaridad con las mujeres que arengaban; es cierto, la mayoría no se integró pero, ¿imaginen el temor, el “alto riesgo” para el gobierno para que las mujeres y hombres del camellón “se integren al contingente”?

De alto riesgo por los destrozos. En otro acto de violencia institucional de manera torpe “alguien” aconsejó cercar o blindar el quiosco capitalino y los pasillos del Palacio de Gobierno, no vaya siendo que, ante el desdén y engaño oficial se atrevan a tirar la puerta e intentar entrar para ser escuchados, como sucedió el jueves con los familiares de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa en Palacio Nacional.

La endeble, absurda e infantil medida fue desactivada a las pocas horas: llegó la Sección22, primera del rally de marchas, y “los alevantó”. Liberando el quiosco citadino al cual habían impedido el paso a los propios comerciantes que ahí tienen su modo de vida.

Riesgo para los negocios, establecimientos, comercios por los destrozos que se puedan causar. Es cierto, visto así la protesta se desvirtúa pero, ¿Qué no es mayor destrozo el de una vida de una u otra mujer que haya sido víctima de agresión? No lo justificamos, pero tanto el Estado está obligado a garantizar el libre tránsito, la libre manifestación, el patrimonio de la ciudadanía, la seguridad, los derechos humanos; sin embargo, ante la inacción vemos qué sucede. Esas, la falta de garantías es violencia institucional e incluso, rayando en el absurdo de recomendar a bancos, comercios negocios “mejor no abran” o blinden con madera sus vidrios. No sirvió de nada, la protesta siguió e igual hubo destrozos.

“No te hagas guaje” y den cuenta de los avances de las acusaciones contra Donato Vargas acusado de violentar a su ex pareja, a la que amenazó con machetearla y rociarla con ácido y de promover la violencia de género en un chat donde publicaban imágenes de mujeres indígenas mixes desnudas y de formar parte de un chat de WhatsApp en los que se compartan éstas imágenes y a quien no han tocado ni con el pétalo de una rosa y, en cambio, le han extendido un manto protector.

“No te hagas guaje”, desde junio de 2023 Magda Liliana Altamirano Calderón denunció acoso laboral y sexual, además de despido injustificado por denunciar actos de presunta corrupción en Monte de Piedad en Oaxaca; ella laboraba como gerente de una sucursal, pero su caso no ha avanzado.

“No te hagas guaje” y busquemos explicaciones a la desaparición o desactivación de los puntos Mujer segura que se había puesto en marcha por ciudadanos y negocios. Al parecer el gobierno nunca los tomó en serio porque carecieron de difusión, no se hizo una revisión de las condiciones de seguridad que ofrecían a las mujeres para brindarles un primer refugio o de plano, la consideraron una invención.

Quien cobra en el gobierno como secretaria de la Mujer, Elisa Lagunas, unas de las instancias que tendría que brindar apoyo a las oaxaqueñas, fue acusada en junio de proteger a su presunta pareja sentimental, éste último deudor alimentario, a grado tal que la funcionaria expidió cheques para cubrir parte de los compromisos del hombre. Vilentadores, deudores alimentarios son aristas de la propia violencia, “no nos hagamos guajes”.

Tampoco “hacernos guajes” con aquella recomendación de la directora del Colegio de Bachilleres Verónica quien solicitó a alumnas del plantel de Putla, Villa de Guerrero, acudir como edecanes a un evento, presuntamente político. Una institución educativa de primer nivel como es el caso de Oaxaca, cosificando a sus alumnas. Así, muy difícilmente tendrán éxito programas de apoyo a la mujer.

O es para Hacernos Guajes.