El día de campo magisterial
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Opinión

BARATARIA

El día de campo magisterial

 


Nadie dijo que la relación política y económica con el “magisterio aliado” iba a ser un día de campo para la Primavera Oaxaqueña. Parece que tampoco los operadores del gobierno, llámense Emilio Montero o Jesús Romero, si a estos se les puede llamar “operadores”, habían realizado un análisis previo sobre la Sección 22, sus corrientes, demandas e intereses. Qué los “mueve”. Al tigre que iban a enfrentar.

Las pifias políticas cometidas; la entrega de todo a cambio de nada y la nueva amenaza que representa el ala de “Los Pozoleros” da cuenta que los encargados de la política tampoco han comprendido que la Sección 22 es una hidra de múltiples cabezas, al menos dos visibles y que, sin duda, la conocida como “Los Pozoleros” es la más “reaccionaria” y nego$iadora; otra, la de educación indígena, que impuso a la lideresa, Yenni Araceli Pérez, entre las más radicales, exigentes e impositivas.

Sin duda, Los Pozoleros “gozan” de sólidos nexos con los exgobernadores Murat y sus motivos son esencialmente políticos, de posiciones y prebendas. Por ello están fuera de orden y serán un hueso duro de roer. Controlarlos costará sangre, sudor y lágrima$ a la Primavera Oaxaqueña.

En el sexenio que terminó no se permitía cuestionar a la dirigencia de Eloy Martínez en corrillos, portales y medios pues los titulares del IEEPO acallaban las críticas para evitar que se “alborotara la gallera”. Al fin, y a cambio de prebendas, se mantenía tranquilo al magisterio: una paz de chequera muy al estilo de los Murat.

Se cruzó la pandemia, se extendió de manera inusual (y antidemocrática) el periodo de la dirigencia y solo se amagó con bloqueos, paros y movilizaciones para brindarle algún viso de legitimidad y fortaleza a esa dirigencia. A costo de inacción educativa, recursos económicos y mayor rezago académico en el estado. Todo ello se está pagando.

Ayer el gobernador Salomón Jara “explicó” que la oposición a su presencia en las escuelas para entregar insumos (proselitismo electorero acusan) y el paro de 72 horas en el Istmo de Tehuantepec son resultado de la respuesta de los líderes magisteriales pues “ya no están comprados (maiceados) por el gobierno”.

Lastimosamente indicó que tendrá que verse con los padres de familia “en las calles”, un absurdo. La semana que terminó, Yenni Araceli Pérez “ordenó” impedir el acceso de supervisores oficiales a “sus” escuelas y, con la respuesta oficial fue débil. Los inmuebles, las escuelas son un bien público, propiedad de la nación. Muchas construidas en terrenos donados por la comunidad, levantadas por tequios: es cierto, de profesores, pero también de generaciones de padres de familia, estudiantes e integrantes de esas comunidades. Una escuela, per se, es un bien social, no particular o de un gremio.

Pero no solo ello, indicó, la dirigencia exige más de 11 mil 500 plazas, sobre todo del sector indígena, de donde “salió” la lideresa pero ¿cómo saberlo? si se oponen a revisión de planteles, a confirmar si los profesores adscritos en verdad asisten a las escuelas o son aviadores. ¿Debemos creer en su palabra?

Al magisterio se le destina más de 26 mil millones de pesos al año vía nómina, presupuesto anual superior a dos o tres estados del país. Es necesario saber en qué, cómo y cuándo se aplica ese inmenso recurso. Ahí estamos de acuerdo con el gobernador

Jara habló de “maiceados” al referirse a las dirigencias. Señaló, entre ellos a Azael Santiago Chepi, líder magisterial durante el gobierno de Gabino Cué, del que Salomón Jara formó parte; seguro habla con conocimiento de causa.

El gobierno afronta varias disyuntivas como el entrar al juego y jaloneo interno dentro del magisterio. ¿Para combatir a Los Pozoleros debe fortalecer a la actual dirigencia? ¿Es necesario, debe terciar en la disputa interna para inclinar la balanza a favor de algunas de las corrientes? Que sean los clanes quienes definan el camino del magisterio oaxaqueño y observar ello a distancia prudente: dejar hacer, dejar pasar es el camino más sencillo, pero podría costar dolores de cabeza.

De todo ello en ningún punto hemos mencionado los compromisos o beneficios que esta disputa acarrearía en beneficio de la niñez y educación en Oaxaca; qué de bueno podría ocasionar el paro de 72 horas en el Istmo, la “entrega” de plazas al magisterio.

O qué, ¿están a la espera que desde el centro, en las Secretaría de Gobernación o Educación Pública les resuelvan o desactiven esta bomba de tiempo?

Contra exlíderes como Eloy López Hernández, Genaro Martínez Morales e Irán Santiago hay una acusación directa como el que ocultaron 11.5 millones de pesos mensualmente que se devolvían al sindicato del ISR pero que se descontaba de sus salarios a los profesores y trabajadores adheridos a este gremio. Nada hay de avances al respecto y nada avanza en su contra dentro de la nueva dirigencia.

A Irán se le acusa, además de incitar y estar detrás de las protestas de normalistas y armar el paro del sector Istmo de magisterio. En todos los casos, es el magisterio quien debe ajustar cuentas con el diputado y el gobierno, si haya irregularidades, pues actuar apegado a la ley.

En suma, Jara está obligado a tomar partido; ofrecer, pero exigir compromisos a la dirigencia magisterial.

 

ÚTILES

Qué no son iguales, que no habría “maiceo”. En la mañana censuran a la Sección 22 y por la tarde anuncian que será, con la “estructura del magisterio oaxaqueño”, como se distribuirán los útiles y uniformes escolares a entregar por parte del gobierno. Con ello buscan desactivar que los profesores respalden la inconformidad de proveedores de dichos uniformes luego que el negocio pasó a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional.