México, Border Patrol de EU
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BARATARIA

México, Border Patrol de EU

 


“El compromiso fue solo abrir el albergue para las, alrededor de 200 personas, por las que se generó la protesta de los vecinos en el perímetro del Mercado de Abasto”, indicó Juana Jiménez luego de que, con sorpresa, EL IMPARCIAL dio testimonio que el patio del templo de Felícitas y Perpetua había sido abandonado por quienes lo ocuparon hasta el sábado pasado.

Nadie en Oaxaca quiere hablar del asunto, atenderlo y, mucho menos hacerse cargo. Es asunto federal, indican autoridades municipales, del Gobierno del Estado, de derechos humanos y hasta sanitarias y es cierto; la crisis migratoria se ha transformado en una verdadera papa caliente que nadie quiere afrontar por los problemas políticos, sociales y económicos que ello implica.

Y además, los migrantes no votan…hasta ahora.

Lo registrado el pasado fin de semana apenas puede ser una muestra de lo que puede venir con cientos, miles de sudamericanos, caribeños, centroamericanos frenados en Tapachula, Chiapas; que hoy mismo transitan por Arriaga, en la frontera entre Chiapas y Oaxaca; que caminan por las carreteras del Istmo, que son bajados de los camiones de primera, segunda o tercera clase y que ya escenificaron un problema humanitario en San Pedro Tapanatepec y siguen llenando camellones, calles, centrales de autobuses y mercados en la capital.

Acá, quedó claro, solo están de paso, nadie quiere quedarse en Oaxaca.

Y de nuevo las “autoridades” del Gobierno del Estado, de la Secretaría de Gobierno, los municipios de Oaxaca de Juárez, Santa Lucía del Camino, de los Servicios de Salud de Oaxaca, los diputados, la propia Defensoría, organismos policíacos y el directamente implicado, el Instituto Nacional de Migración, están de brazos cruzados o volteando para otro lado.

La iglesia les salvó el pellejo luego de las protestas vecinales contra la presencia de los indocumentados en el perímetro del mercado y fueron trasladados a Felícitas y Perpetua. Sin plan, proyecto ni brújula se preguntaban ¿qué hacer con los migrantes? y la iglesia les dio un respiro momentáneo.

El albergue fue abandonado a su suerte, el presidente municipal de Santa Lucía, ni se enteró o no quiso enterarse, más preocupado en salir en la foto con el gobernador Salomón Jara; no les acercó ni agua.

Los implicados tampoco formularon un plan de acción, de acopio para apoyar a quien ahí se refugiaban por 30 horas y, hoy mismo, tras su cierre, carecen de una opción para recibir a más migrantes que llegarán a dormir, de nueva cuenta, en calles y camellones.

Dejaron morir el albergue, como encabezó EL IMPARCIAL.

Días previos, en el ayuntamiento capitalino autoridades de la DDHPO, del municipio capitalino y estatales habían sostenido una reunión con la finalidad de armar un albergue en la capital luego de que, a decir de la Secretaría de Gobierno, se espera que a lo largo del año terminen por transitar más de 200 mil migrantes por Oaxaca.

Pero pronto se olvidó el compromiso con argumentos válidos como el carecer de capacidad y recursos para operar un lugar de este tipo, no contar con apoyo federal, eludir la responsabilidad que es de las autoridades migratorias y muchos argumentos más.

Alguien preguntaba ¿dónde está el titular del INM, Francisco Garduño que ni siquiera se ha parado por Oaxaca o Chiapas para observar la situación? Peor aún, ¿qué sucede con el sacerdote Alejandro Solalinde, con derecho de picaporte en el gobierno de la 4T? Ha vivido por años del albergue Hermanos en el Camino, en Ciudad Ixtepec y cuenta con experiencia en crisis migratorias pero ha guardado silencio con la crisis humanitaria que tiene a Oaxaca como telón de fondo.

Pero, ¿dónde están dependencias como los Servicios de Salud de Oaxaca que están obligadas a atender a los migrantes para evitar brotes de enfermedades? Es necesario conocer en qué condiciones de salud viajan los indocumentados, sus afecciones, “aunque” sea para evitar algún mal que pudiera extenderse a la población local. Sin ese conocimiento no se podrá prevenir y la salida fácil será culpar de eso a los visitantes, alentando la xenofobia cuando se puede anticipar problemas ¿verdad Alma Lilia Velasco?

Y los sistemas DIF de Oaxaca o municipales ¿dónde están? Mejor representantes de organizaciones sociales se han acercado para brindar esporádicamente comida a los visitantes. ¿Qué hay de los derechos humanos de esas personas? Son múltiples los relatos de “manoseo”, violaciones, agresiones contra mujeres y hombres por parte de policías, elementos del INM y de la propia Sedena contra dichas personas. Viajan familias enteras, niños, adolescentes sin recursos, sin medicinas, ni dinero. Hasta el momento ni la DDHPO ni la CNDH han emitido recomendación alguna a gobiernos o policías sobre esa situación. Están expuestos a ser carne de cañón o presas de la delincuencia.

Es más fácil para instancias oficiales y la ciudadanía voltear para otro lado o protestar porque nadie los quiere en el patio de su casa.

Deshumanizado, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador frenó el martes 19 el servicio ferroviario hacia el norte del país para evitar que los migrantes subieran en La Bestia y ahorraran horas, días y tragos amargos hacia el norte. A las 11 horas del martes, Ferromex y el “gobierno del cambio” obligaron a bajar del tren a ciudadanos de Venezuela, Ecuador, Colombia, Honduras entre otros. “Somos gente buena” gritaban desesperados los migrantes. Oídos sordos, fue la respuesta.

En el Istmo se les obliga bajar de autobuses, a pesar de haber pagado su pasaje.

El gobierno mexicano, Oaxaca incluida, convertidos en la Border Patrol de EU.

En comunicado de prensa se dio cuenta de la presencia del embajador Ken Salazar a Oaxaca. Migrantes venezolanas se acercaron a Palacio de Gobierno para interceptarlo, los guaruras hicieron su trabajo e impidieron que los desesperados extranjeros se acercaran al diplomático.

¿A qué vino Ken Salazar a Oaxaca? Veremos en los próximos días pero dudamos que abogue por migrantes y apretó tuercas para dificultar, si eso es posible, aún más el tránsito de migrantes por la entidad. Lo trajo la crisis migratoria, no el impulso a inversiones, como dice el comunicado de prensa difundido ayer.