Claudina ¿sabe cómo viajan los oaxaqueños?
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Opinión

BARATARIA

Claudina ¿sabe cómo viajan los oaxaqueños?

 


“Viajar”, si a eso se puede considerar “viajar” en el transporte público es un verdadero martirio. Sabrán nuestras ilustrísimas autoridades lo que representa esperar un urbano en cualquier esquina de la ciudad, subir o bajar en autobuses incómodos, apretujados, viejos, lentos, con música a todo volumen, en medio de leperadas y tener que apearse de manera apresurada, con el autobús en marcha, porque no hay ninguna otra manera de hacerlo.

¿Alguna vez Haydee Claudina de Gyves Mendoza, quien cobra como titular de Semovi, ha explorado la posibilidad de acceder a un urbano o viajar en alguno de estos vejestorios o ser “atendida” por alguno de los conductores de este, si se puede llamar “servicio”? Claro, responderá a esta columna que por eso llega en su bicicleta fifi y aprovecha a subirse a la moda de divulgación de ese medio de transporte solo que, a muchos adultos mayores, mujeres embarazadas, niños, o por la distancia, problemas físicos o circunstancias no nos queda otro remedio que, en serio, “treparnos” en estos armatostes.

Es sábado por la tarde, a unos metros del “monumento al dengue”, como la picardía oaxaqueña ha bautizado al crucero de Eduardo Vasconcelos y Camino Nacional. El ejercicio de esta columna es transportarse de ese punto a La Experimental. ¿Qué observamos? Primero, el transporte tardó 48 minutos para pasar camino al Teletón evidentemente lleno, para entonces ya había un buen grupo de pasajeros esperando y que subimos como pudimos. ¿Como nos enteramos del tiempo?, fácil, se envió un mensaje de WhatsApp solicitando paciencia a un interlocutor lejano y, al subirnos al ¿autobús? nos fijamos de la hora: de las 17:29 a las 18:17 horas.

Durante casi una hora fue posible observar que los taxis foráneos siguen llevando, todos, a dos personas en el asiento delantero, además del conductor. ¿Y Semovi? Que los mismos taxis foráneos provenientes del oriente de la ciudad: Mitla, Tlacolula, Tlacochahuaya, de los Mixes ofrecen el servicio urbano, cuando no deben subir pasaje dentro de la ciudad. ¿Y Semovi? ante el azoro y molestia de los taxis concesionados.

Que urbaneros circulan con las puertas abiertas, con vehículos en pésimas condiciones, con “chalanes”, gritones o “ayudantes” ¿no está eso prohibido. ¿Y, dónde está Claudina y sus secuaces? Que taxis foráneos circulan “sin copete”, que incluso bajan al pasaje en doble fila, algunos con los faros dañados dado que era evidente que estaban roto, con golpes, con la puerta mal cerrada y ¡no digamos de las condiciones de las llantas!

Taxis foráneos o urbanos no respetan paradas ni paraderos. Los pasajeros deben correr, literal, para alcanzarlos adelante o atrás de la parada. Hay discriminación para el adulto mayor a quien no esperan para bajar o subir.

¿Y Claudina, y Semovi?

 

LA BURLA

Por lo que en verdad debe ser considerada como un insulto, una burla o afrenta para los ciudadanos es que en la zona fue posible contar al menos 22 autobuses que iban o venían del centro de la ciudad o de la zona de Ciudad Universitaria al Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca para llevar ¡a turistas a embriagarse a la Feria del Mezcal! Y regresar vacíos, con las puertas cerradas.

Y circulaban así, bonitos, con la nueva imagen luego de ser “tapizados” con motivos de La Guelaguetza en donde dominaba el color azul. Desembocaban de la zona de La Merced a esa hora con 5 o 10 pasajeros y retornaban vacíos. Muchos de ellos de norte a sur y pasaban indiferentes ante la multitud que esperaba transporte para transportarse en esa dirección, la misma que llevaban los autobuses “turísticos” del Citybus.

Si querida lectora-lector, esos que tienen años sin ofrecer servicio y a los cuales el gobernador ha escriturado su acta de defunción; por los que se “adecuaron” carriles confinados (que pagamos), se cerraron calles, colocaron semáforos, que cuestan y han costado “un billete”, dirían los usuarios jóvenes.

Y ahí pasaban frente a nuestras narices, vacíos, y nosotros esperando transporte, a pesar que somos quienes pagamos el diesel para transportar gratis a paseantes. Los mismos que esperamos por casi una hora por el peor transporte cuando esos vehículos “bonitos, arregladitos” transitaban vacíos. ¡Qué incongruencia!

 

DESCARO EN EL COBAO

Las publicaciones de las hijas e hijastras de Enrique Peña Nieto sobre su “estilo de vida”, arrogante en algún momento causaron escozor, severa censura entre la clase política nacional y obligó a silenciarles y un jalón de orejas por parte de la Presidencia por exhibir sus insultantes viajes y “usos y costumbres”.

En la Primavera Oaxaqueña hay demasiada soberbia, cinismo y descaro. En redes sociales se han divulgado las andanzas de Verónica Michell Pacheco Hernández, hija de la cuestionada Verónica Hernández González, ¿directora? del Colegio de Bachilleres de Oaxaca. No han transcurrido ni siete meses y la niña difunde su estancia en la Ciudad Luz, París, frente a la torre Eiffel, sin mayor recato.

Cabría preguntar si antes de que sus padres fueran funcionarios de la Primavera Oaxaqueña, ya había salido del país, por lo menos. La oaxaqueña con cabello teñido de un “güero intenso” (sic, disculpen nuestra ignorancia) se fue de vacaciones. Las malas lenguas indican que en su descanso anterior para un viaje a Londres fue beneficiaria de apoyos gubernamentales.

Cercanos a la “doctora Vero” aseguran que “la familia vivía al día, sin embargo, tras alcanzar un puesto a la 4T, ahora hasta la hija se va a Europa”. ¿Lo sabrá la secretaria de Honestidad, Transparencia y Función Pública, Leticia Elsa Reyes López? ¿Estará en el ámbito de supervisión de Juanita Arcelia Cruz Cruz, presidenta del Comité de Ética y prevención de Conflicto de Intereses?

¿Tendrá la familia de Verónica Hernández González sus “ahorritos” que está empleando ahora para el viaje de su retoño?. Alguien debiera asesorar y aconsejar que tenga tacto para evitar hacer cosas buenas que parecen malas o, en el caso de la menor, evitar exhibir sus viajes que las malas lenguas pudieran relacionarlos con los nuevos puestos o beneficiarios de la 4T.

Sobre todo si recordamos el episodio de la comida magra ofrecida por su madre en un reunión de trabajadores del Cobao hace apenas unos días.