La “normalización” de lo anormal
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Opinión

BARATARIA

La “normalización” de lo anormal

 


Es oaxaqueño, llegó de visita por algunos días a su terruño y nos dio un jalón de orejas. Nos acercamos a escuchar el testimonio que emitía a un grupito de reporteros quienes reportaba cómo trabajadores del ayuntamiento habían arrojado desechos, basura, en una de las jardineras del zócalo sin que nadie, policías, ciudadanos, funcionarios, nadie lo impidiera. “Ver jardineras con basura, que no están en buen estado no es concebible. Trabajé en el ayuntamiento en el 92 ¡qué pena no contar con el árbol que nos daba tanta sombra!” y abundó: “sucio, asqueroso, no es posible que tengamos un zócalo en estas condiciones; deberíamos tener áreas bien conservadas, limpias, sin esta mugre que tenemos; vivimos del turismo ¡no lo ahuyentemos señores!”, señaló Marcos de manera categórica. Regidores, Francisco Martínez Neri, hoteleros, ciudadanos…ahí nos hablan.

Y es verdad, se ha “normalizado” la anarquía, ya nos parece “familiar” observar la infraestructura urbana en malas condiciones, parques sin jardines; la desaparición de las ardillas que deambulaban por el zócalo. En cualquier otra ciudad del país su centro histórico, el zócalo, la plaza principal, los templos alrededor de los cuales se construyó la traza urbana, los mercados municipales, los palacios de gobierno o municipales son los lugares mejor cuidados, defendidos por la ciudadanía, con áreas ajardinadas, quizá no de gran extensión pero muy bien podadas y conservadas como, por ejemplo el jardín central de Santa María del Tule.

Es una vergüenza observar la cantera, el piso manchado de grasa, de desechos, de mugre. Cestos rebosantes de basura y ni siquiera la separación de ella y, quienes deberían cuidar y recoger los desechos sean, como ayer, quienes arrojaron impunemente los desechos, resultado de una protesta, por muy justificada que sea. Ah, y las obras, realizadas sin ton ni son y ante la mirada de nuestros visitantes, sin planeación.

Este ciudadano oaxaqueño, alejado de su tierra por algunos años no ha visto el zócalo repleto de ambulantes, con baños públicos al aire libre ubicados por quienes se instalan en plantón, un día sí y el otro también.

Sin cuestionamiento, olvidada pero ahí persiste, a medio año, la crisis de basura sin solución por parte de los incapaces funcionarios municipales y aquellos que cobran en el gobierno estatal. Se ha “normalizado” ver montones en las calles, en las esquinas, en los parques públicos. Ya es “normal” observar, transitar por el Paseo Juárez “El Llano” destrozado por quienes ahí patinan y han roto y desprendido la cantera de las fuentes públicas, de la base del monumento a Juárez, de las jardineras. Se ha “normalizado” ver tierra donde debería haber pasto bien cuidado, cortado, regado, con árboles, flores ornamentales; en cambio, tierra, polvo, heces de mascotas, basura y fétidos olores de coladeras empleadas como cloacas de quienes venden ahí sus productos.

Es “normal” que ambulantes se adueñen del Carmen Alto, del Jardín Labastida, El Pañuelito, el Jardín San Francisco, calles aledañas a los mercados de Abasto, Juárez Maza; “normal” tomar un chocolate, café, alimentos en medio del mosquerío o sobre una coladera o en una esquina de la Plaza de la Danza donde por las noches taxistas, borrachos llegan a mear. Se ha normalizado ver los montones de basura sobre los playones de los ríos Atoyac y Salado.

Se ha normalizados observar, como un carrusel mañana, tarde y noche el transitar de pipas con agua ¿potable? Para “aliviar” el desabasto de SOAPA, con consecuente riesgo para la salud por la dudosa calidad del líquido, la “normal” sobreexplotación de pozos clandestinos y el negocio de piperos con anuencia y complicidad de funcionarios. Es “normal”. En otras ciudades la falta de abasto de agua vía red municipal es impensable si transcurren dos o hasta tres días. Aquí SAPAO ha extendido el “tandeo” de 20 a 40 días, de acuerdo a la colonia y, cada año nos parece “adecuado” carecer del líquido básico.

En respuesta, escuchamos a Omar Pérez Benítez, titular de SOAPA por afinidad política al gobierno, no por su capacidad, que la solución que ofrece al desabasto no es inversión, obras, exploración de proyectos, sino una campaña “de concientización” a la ciudadanía para conservar, dar buen uso y reutilización del agua ¿en serio funcionario?

Es “normal” tener ya estos funcionarios superficiales, veniales, faltos de imaginación y capacidad. Parece una burla recomendarnos hacer “buen uso del agua” cuando, en definitiva ¡no hay agua!. Claro, si la debemos adquirir de pipas, es evidente que la vamos a cuidar. Nos cuesta.

 

IBERDROLA

El gobierno de México, luego de satanizar, atacar a la empresa española Iberdrola, decidió una oferta agresiva para allegarse a las 13 plantas de energía eólica en el país; la primera de ellas fue inaugurada en enero de 2009 en La Ventosa, Juchitán. Para su instalación y operación la empresa estableció compromisos de desarrollo social en la comunidad en los ámbitos educativos; llevando energía a poblaciones o viviendas que carecía de ella, instalación de paneles solares. La firma española ha financiado infraestructura urbana, carretera, pavimentación, parques deportivos, en escuelas en los municipios donde opera.

Ha entregado becas a estudiantes oaxaqueños, por ejemplo; donaciones con material sanitarios, materiales de construcción a afectados por los sismos, entrega de despensas, entre otras. Claro, esto no es gratuito pero, ¿qué pasará con todo ello? ¿Asumirá el gobierno de la 4T esos compromisos? ¿Qué de la renta de solares, de obras comprometidas? Estos compromisos en favor de los oaxaqueños ¿también vendrán en el paquete?