IEBO, CECYTEO y COBAO, el saqueo a la educación
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IEBO, CECYTEO y COBAO, el saqueo a la educación

 


Es común insistir en la educación como palanca de desarrollo. Solo que en las administraciones estatales el IEEPO, la S-22, los sistemas escolarizados públicos, la educación media y media superior han sido una palanca de desarrollo…personal.

Asignación de plazas de manera irregular al final de la administración pasada, compra de insumos poco transparente; adquisición a discreción de papelería, material de limpieza, internet sin licitación o a modo o negocio con las guías de material didáctico son algunas “prácticas” que desfondaron al sistema de educación media superior de Oaxaca.

Ya habíamos dado cuenta de la corrupción imperante en el COBAO, IEBO o el Cecyteo. Ayer, con la presencia de los directores tuvimos otra probadita: el director del IEBO, Francisco Salinas relató las divergencias respecto a las cuentas bancarias que les dejó la pasada administración y que 59 planteles carecen de profesores. Pero lo que resultaría escandaloso es la “basificación” de 263 personas por parte de Alejandro Aroche Tarasco.

Hace dos años, en abril de 2021, en el IEBO los sindicalizados iniciaron protesta por falta de pagos que concretaron con un paro en mayo. A río revuelto y al cuarto para las doce, a espaldas del sindicato se entregaron plazas de base a 240 trabajadores de confianza y/o subdirectores y, ya entrados en gastos a 23 enlistados en otras categorías. La “estrategia”: crear una nueva organización, el Sindicato de Empleados del Instituto de Estudios de Bachillerato del Estado de Oaxaca (SEIEBO). Ello representa una carga financiera que se suma ya a los 825 trabajadores del Sindicato Único. Un crecimiento, en semanas, del 31% en la plantilla laboral.

Otro caso es el del Colegio de Bachilleres. A pesar del saqueo, aún prestigiado por los esfuerzos individuales de sus profesores y alumnos y, como el caso del plantel 1, de Pueblo Nuevo, objeto de reconocimiento por el alto nivel académico de sus alumnos que se han hecho merecedores de galardones. Al amparo de esto, Verónica Hernández González, directora del Cobao reveló que hubo asignación plazas a personas que no tenían el perfil ni cubrían los requisitos para estos encargos, lo cual pone en peligro el nivel académicos de la institución.

Y lo que parece común denominador en centros educativos, como el IEEPO, IEBO o Cecyteo, la realización de compras de insumos a precios muy elevados, con licitaciones discrecionales en el caso de utensilios de limpieza, material de papelería, e internet. Asimismo, que la Fundación Cobao funcionaba en total opacidad, y realizaba triangulaciones de recursos.

En el Cecyteo dan cuenta cómo, poco a poco fue minando la calidad de insumos y papelería. Baños sin papel higiénico ni de manos ¡en plena pandemia! Falta de insumos de limpieza que era resuelto con cloro racionado. Las hojas para trámites pasaron de papel bond a casi papel de estraza; las tijeras Barrilito a “Mi Alegría”, borradores, pizarrones, plumones, fotocopiadoras, computadoras de mala calidad, etcétera y a precios inflados.

Es necesario “meterle mano” al sistema para rescatar las áreas productivas y de prestigio de las instituciones. Claro, castigar los abusos. Pero también garantizar instalaciones adecuadas, profesorado preparado (para ello es necesario revisar los perfiles de quienes se les entregó una plaza).

En el Cobao existían acusaciones, por ejemplo, contra el director del Plantel 04 de El Tule donde era director Hermi Santiago Avilés, primo del eterno plurinominal Alejandro Avilés Álvarez. Una familiar de un ex director, Eugenia Sibaja Ilescas, fungía como directora de vinculación educativa del Cobao o los señalamientos contra la ex coordinadora de Comunicación Social, Lizbeth Bravo.

Pero también del otro lado hace aire: los señalamientos contra la actual directora, Hernández González, por imponer a su esposo, Miguel Pacheco, como su secretario particular y director de comunicación social a su sobrino.

En el Cecyte, por ejemplo, Carlos Humberto Avilés Álvarez, ocupando la Dirección de Educación a Distancia. También tendría algo que explicar María Luisa Matus Fuentes, efímera directora y que dejó “amarradas” plazas a allegados, por ejemplo: Rosalía Palma, ex diputada y directora académica sin el perfil para ello.

Pero más allá, al asunto por resolver: en el caso del Cobao, revisamos que en el ciclo 2021-2022 se dieron de baja 3 mil 89 alumnos, de los cuales 1 mil 724 son hombres y 1 mil 365 mujeres, según el concentrado estadístico de la institución. La matrícula total, para ese ciclo, fue de 33 mil 409 alumnos, se quedó en el camino el 9% de los alumnos, solo en un año.

En el Cecyteo también hay dos datos preocupantes: de acuerdo a los Indicadores Educativos Básicos 2022-1 en sus planteles la eficiencia terminal es apenas del 61.5%. con un índice de reprobación del 12.7%. En su segundo sistema de Educación Media Superior a Distancia (EMSAD) los datos aún son muy preocupantes: 49.5% de eficiencia terminal contra 9.6% de reprobación.

Además de ser llamados a cuentas los Avilés, Illescas, Palma, Villacaña, Matus, Aroche Tarasco o Gustavo Marín tendrán que dar explicaciones del porqué no hicieron bien su trabajo en áreas tan fundamentales como la academia, manejadas como patrimonio político.