No existe ni una pizca de solidaridad
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

BARATARIA

No existe ni una pizca de solidaridad

 


Varios temas resaltan el encuentro realizado por el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, con columnistas, directivos y periodistas del EL IMPACIAL, a 24 días de que entregue la estafeta del gobierno estatal al gobernador electo, Salomón Jara: confirmó sus aspiraciones presidenciales, afirmó que deja un estado en paz, que hay un Oaxaca con crecimiento económico, que se ha realizado un manejo transparente de recursos, entre otros temas del enriquecedor encuentro, pero nos quedamos con una afirmación: que la cintura de nuestro país, con el Corredor Interocéanico será una de las zonas con la energía más barata del mundo para mover a la industria.

Sin ambages, concluyente, Murat Hinojosa indicó que se han sentado las bases para el despegue económico de Oaxaca, “este avance ya nadie lo para, aunque quieran; se sustenta en las tres obras: las súpercarreteras a la Costa e Istmo y el Corredor Interocéanico. El beneficio ya lo disfrutará la próxima generación, en pocos años Oaxaca será otra, estará irreconocible”.

Murat sustentó su afirmación en que la conectividad del estado ha sido un lastre histórico, que se está resolviendo con obras que impulsarán el desarrollo económico con más empleo y mayores condiciones para combatir la pobreza al extender los beneficios de los proyectos a las comunidades traducidos en introducción de agua potable, drenaje y obras sociales.

La movilidad será la piedra de toque para el antes y después de Oaxaca en materia económica al facilitar el traslado de mercancías y el crecimiento regional.

Además, tocó un tema hoy muy sensible para la ciudadanía: la crisis de basura. Y mencionó algo que ya ha sido señalado en este espacio, “no hay solidaridad de nadie”. Entendemos habló de que la ciudad de Oaxaca se ha quedado sola con su basura y los habitantes y autoridades de los municipios conurbados han dejado a la capital rascándose con sus propias uñas, pero, eso sí, a la expectativa de dónde arrojar los desechos para, acto seguido, ir a depositar la basura a ese nuevo espacio.

Y, parafraseando al gobernador, “no hay solidaridad”. No hay solidaridad de los restauranteros, hoteleros, transportistas, ambulantes, comerciantes que han depositado su basura en las principales calles del Centro Histórico, obligando a “otros” a arrojar cal para evitar la descomposición de orgánicos, los hedores fétidos y el verdadero problema de salud pública. No hay solidaridad para con la salud.

No hay solidaridad de autoridades federales dado que es su responsabilidad preservar los espacios como las riberas y lechos de los ríos y sancionar a quien los ensucien. No hay solidaridad, también, entre autoridades y ciudadanos de los municipios y ciudadanos de los municipios conurbados, nadie quiere convertir en nuevo tiradero un predio o una superficie en inmediaciones de su jurisdicción, por muy alejado que esto sea. Nadie se presta a ser parte de una solución integral. “Que la basura (incluso la nuestra) se lleve a otro lado”.

“No hay solidaridad” incluso dentro de las instancias del gobierno estatal responsables del medio ambiente o manejo de desechos pues, hasta donde sabemos, no se ha ofrecido un plan, un proyecto, una alternativa a la crisis que ya cumple un mes y que nos mantiene ahogados en la basura.

Tampoco hay solidaridad de los ciudadanos, baste ver las imágenes distribuidas ayer con bloqueos o “barricadas” de basura en las calles de Sabinos y Azucenas creadas por los mismos ciudadanos al sacar la basura de sus domicilios y, de manera casi criminal, arrojarla a la calle.

También es verdad que los gobiernos municipales cobran por el servicio de recolección, no el gobierno estatal ni el federal, por lo que el “primer respondiente” debe ser la administración municipal, pero ello no descarga a las demás instancias de gobierno cuando, como se ve, el municipio sea incapaz de encontrar una salida. Sin embargo, la principal presión está sobre los hombros de la administración de Martínez Neri.

Es cierto, la ciudad carece de liderazgo, el segundo gobierno municipal a cargo de manera consecutiva por parte de Morena no ha estado a la altura del primer gran problema que debe enfrentar. También ha faltado solidaridad del propio sindicato 3 de marzo para ofrecer opciones, quizá ellos puedan ofrecer una solución o, al menos, amortiguar los daños y no convertirse en parte del problema, como ha sido arrojando desechos al Llano o Alameda de León. Ello ha llevado a inferir que el asunto se ha politizado o hay mano negra para que la crisis se extienda y no se solucione.

Ayer por los rumbos del Cuartel Inconcluso de la Policía Municipal fue posible ver dos o tres grandes tráileres con sendas góndolas a la espera, quizá, de que fueran cargadas de basura para liberar un poco de espacio en el cuartel. Ya es posible aventurar cualquier suposición ciudadana ante la falta de transparencia de las autoridades en torno al nuevo terreno y las acciones (o inacciones) a tomar. ¿A dónde trasladarían los desechos?

En redes sociales se difundieron imágenes de una fila de recolectores, decían unos que eran propiedad del ayuntamiento, desfilando por algún lugar del valle eteco, afirmando con exactitud el lugar y pretendiendo señalar que iban cargados de basura para ser depositada por esos rumbos.

Esa versión, confirmada o no, abre otro frente ante el mal manejo de la crisis: Atzompa resguardando su basurero para que ahí no llegue la basura; Suchilquitongo negando que la maquinaria vista trabajando en la zona realice trabajos de acondicionamiento; en el valle Eteco, que ven camiones, que hay basura perdiendo de vista el principal problema: la solución integral de la crisis.