El “doctor” Rivera Castellanos
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Opinión

BARATARIA

El “doctor” Rivera Castellanos

 


Cual si fuera toda una autoridad del sector salud, el secretario de Turismo estatal, Juan Carlos Rivera Castellanos, aseguró hace unos días que ya no es necesario usar cubrebocas KN-95 y basta el uso de una protección sencilla ante el alto índice de vacunación que tiene la entidad.

Sabemos que para este empresario lo más importante son las fiestas de la Guelaguetza y la derrama que se pueda obtener con la presencia de turistas nacionales y extranjeros, pero no puede minimizar las medidas de protección ante la presencia de una quinta ola y el pico que llegará justo en el periodo de los lunes del Cerro.

El secretario de Turismo tampoco debe asumir el papel que le corresponde a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), en señalar qué cubrebocas debe o no usarse para la protección de los ciudadanos ante la Covid-19.

Tampoco puede pasar por alto que los contagios van en ascenso y debería pensar antes de señalar que el uso de un cubrebocas sencillo será suficiente para la protección de los asistentes a la Guelaguetza, donde también se debe cuidar la sana distancia.

Esperemos que en las fiestas de la Guelaguetza el secretario de Turismo cumpla con sus funciones y mejor obligue al sector salud a llevar a cabo las acciones que corresponde, evitando sobre todo que en plena fiesta los cubrebocas no vayan en el cuello o se retiren por completo en algunos asistentes, sobre todo entre funcionarios que se creen inmunes.

 

Invasión y robo hormiga en El Fortín

Ya viene la máxima fiesta de las y los oaxaqueños, la Guelaguetza 2022 y, como cada año, todos se acuerdan para darle una manita de gato a las calles y en los alrededores al Cerro del Fortín.

Quienes han acudido a los tequios que se llevan a cabo en la rotonda de las azucenas, se llevan la grata sorpresa de la invasión urbana que padece uno de los pocos pulmones que le queda a la ciudad de Oaxaca y nadie asume alguna acción para rescatarlo.

La invasión en la cima del Cerro es tan descarada que en el estacionamiento del Observatorio Astronómico Municipal, Canuto Muñoz Mares, se encuentra invadido por una unidad de motor que lleva al menos tres años en el lugar.

Los inquilinos de la unidad de motor que se estaciona día y noche afirman que se quedan en el lugar para cuidar las antenas que fueron instaladas por empresas privadas en la zona y nadie los puede correr porque sus patrones así se los piden.

El robo hormiga en el Cerro del Fortín no solamente se da con las tierras, sino también con materiales que se encuentran en los edificios que en su momento fueron ocupados por las universidades nacionales que realizaron estudios sobre el agua pluvial que se registra en la capital.

A todas horas, los amantes de lo ajeno se llevan lo que pueden, desde pedacería de fierro viejo hasta objetos que en su momento funcionaron como medidor de los fenómenos meteorológicos que impactan en la Verde Antequera.

A uno días de la Guelaguetza, los preparativos de la máxima fiesta de las y los oaxaqueños, no solamente enseñan lo mejor de Oaxaca, además, muestra el abandono y la invasión que padece el Cerro del Fortín sin que alguien haga algo para frenarlo.

 

Muerte en la carretera

Accidentes muy lamentables con escenas dantescas y pérdidas inesperadas se registraron este fin de semana en las carreteras de Valles Centrales, sin que autoridad alguna haya tomado nota de los percances en donde perdieron la vida al menos 8 personas en sendos accidentes.

Hasta el día de hoy, ya entrada la noche del lunes, amiga lectora lector, nadie en el Gobierno del Estado, en las instancias de seguridad, policías municipales o la estatal se ha dignado a realizar algún señalamiento lamentando los hechos y, mucho menos, tomar acciones o medidas preventivas para evitar más decesos.

No sabemos, por ejemplo, si los accidentes se debieron a fallas mecánicas, humanas o, de plano, las carreteras de Oaxaca, las circundantes o de acceso a la zona metropolitana son peligrosas o muy peligrosas. Si cumplen con las especificaciones técnicas ideales, si los vehículos, carga pesada atienden las medidas preventivas, límites de velocidad, revisión de unidades, de choferes y de líneas transportistas.

Uno de esos accidentes enlutó a la Guelaguetza 2022 dado que murieron los representantes de la delegación de Ejutla de Crespo y reconocidos impulsores de la cultura gastronómica de la región. Mucho tendrán que ver las instancias responsables en temas de vialidad y seguridad en carreteras como la Policía Vial del Estado y la Guardia Nacional división Caminos.

Ninguno, nadie por lo menos ha emitido pronunciamiento que permita recuperar el refrán de “después del niño ahogado, vamos a tapar el pozo”. Nada, ni si quiera se ha escuchado la posibilidad de tomar medidas mínimas como quizá reestructuración de trazo como el realizado hace más de una década en la Cuesta de Ocotlán; establecer más restricciones al transporte de carga o de doble semirremolque, nada sobre el control y revisión a conductores en torno al posible uso de sustancias prohibidas, colocar reductores, identificar los tramos más peligrosos o realizar patrullajes. A nadie se le ha ocurrido, a pesar de las muertes.