Un nuevo caso de paludismo notificó para Oaxaca la Secretaría de Salud federal en su reciente actualización epidemiológica, con un acumulado de siete autóctonos en 2024.
Junto con Chiapas, Oaxaca fue de las dos entidades en reportar nuevos casos de paludismo en la última semana y de las únicas cuatro en lo que va del año en el país, donde a la fecha se tiene un registro de 84 casos.
Chiapas ocupa el primer lugar con 76 acumulados en su variante Plasmodium Vivax, seguido de Oaxaca con siete, Chihuahua con dos y Campeche con uno. De la variante falciparum, ninguno reporta casos.
De los notificados en la entidad oaxaqueña, seis corresponden a la jurisdicción sanitaria del Istmo de Tehuantepec y uno a Valles Centrales. De estos, cuatro fueron en mujeres y tres en hombres. En el país, 54 fueron en el sexo masculino y 30 en el femenino.
En 2022, luego de casi 10 años sin esta enfermedad, Oaxaca volvió a presentar casos de paludismo en el Istmo de Tehuantepec, que se transmiten por medio de la picadura de un mosquito infectado del género Anopheles.
Los primeros casos en ese año se detectaron en San Pedro Tapanatepec, considerada una ruta del paso de migrantes, así como en Asunción Ixtaltepec, donde también se informaron de casos importados.
La Organización Mundial de la Salud señala que la infección del paludismo es causada por un parásito y no se transmite de persona a persona. Los síntomas pueden ser leves o potencialmente letales.
Los primeros síntomas más comunes son la fiebre, el dolor de cabeza y los escalofríos, que suelen aparecer a los 10 a 15 días después de la picadura. Los síntomas graves incluyen cansancio y fatiga extremos, deterioro del estado de conciencia, convulsiones, dificultad para respirar, orina de color oscuro o con sangre, hemorragias anormales y coloración amarillenta de los ojos y la piel.