Aún sin un terreno para el nuevo relleno sanitario o centro de tratamiento de residuos, el municipio de Oaxaca de Juárez espera resolver parcialmente la crisis de la basura en las próximas semanas. Y así dejar de enviar un gran volumen de desechos a depósitos de otros estados, una acción que ha dejado gastos cercanos a los 30 millones de pesos.
Este martes, el presidente municipal, Francisco Martínez Neri, y algunos funcionarios de la ciudad visitaron la planta de la empresa Cruz Azul en el estado, con la intención de firmar próximamente un convenio con la empresa ubicada en Lagunas, en el Istmo de Tehuantepec.
Se espera que con este convenio la ciudad envíe en las siguientes semanas un primer viaje con 24 pacas de residuos inorgánicos para su aprovechamiento por termo destrucción. Esto mediante los vehículos de la empresa, aunque se espera que en lo posterior incluso se generen beneficios para el ayuntamiento.
Francisco Martínez Neri, presidente municipal, remarcó que el envío de desechos no generará costo alguno al ayuntamiento.
Esta medida se da a casi tres meses después del cierre definitivo del tiradero ubicado en la agencia Vicente Guerrero, en la Villa de Zaachila y ante la falta de un nuevo relleno sanitario.
Aunado a eso, el cabildo acordó este jueves solicitar una reunión con el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, para dar seguimiento al problema. De parte del estado, se ha contemplado localizar un terreno para el nuevo relleno o centro de manejo de residuos a más tardar en la segunda quincena de enero.
Este jueves se prevé que también se reúnan autoridades de los tres órdenes de gobierno para analizar propuestas o avances en la solución de la crisis.
Formalizamos ya la relación para transportar las pacas que estamos haciendo y puedan usarse en los hornos de la Cruz Azul, por lo demás, seguimos en las mesas de trabajo con el gobierno del estado, el gobierno está tomando cuenta de la problemática que estamos sufriendo para poder encontrar espacios”, señaló Martínez Neri.
Asimismo, aunque se busca un nuevo sitio de disposición final y manejo, también es prioritario el saneamiento del antiguo tiradero. “Moralmente es muy importante resolver el cierre ordenado en Zaachila. Y ya estamos en esta semana en la posibilidad de adquirir un equipo (bomba) que va a servir para combatir problemas con los lixiviados”.
También se están haciendo otras propuestas para vigilar el agua potable para consumo humano y uso agrícola. De modo que cuando se abandone ese lugar haya una rendición adecuada de cuentas”, explicó.
Sobre la planta tratadora que expuso el concejal Pablo Alberto Ramírez Puga, refirió que al ser un tipo de proyecto que lleva dos o tres años para concluirse, se valorará.
