Durante la homilía dominical ofrecida en Catedral por el obispo auxiliar de Antequera, Oaxaca, monseñor Luis Alfonso Tut Tún, el sacerdote dijo que Jesús no acepta que se pueda llegar a Dios por un camino egoísta, individual, intimista, como muchos dicen: qué me importan los demás, yo hablo con Dios.
Llamó a no olvidar al otro, y no solo destinarse al culto o adoración de Dios. Explicó que “no, no se puede olvidar al prójimo. Dios y el prójimo son inseparables, por eso tampoco se puede decir que el amor a Dios es más importante que el amor al prójimo”.
En su mensaje, el sacerdote quien ofició en lugar del arzobispo Pedro Vázquez Villalobos, explicó que “durante siglos, muchos israelitas, igual que hoy, muchos católicos, pensaban que a Dios se llegaba a través de actos de culto, peregrinaciones, ofrendas para el templo, sacrificios costosos. Sin embargo, los profetas les enseñan que para llegar a Dios hay que socorrer necesariamente al prójimo necesitado, preocuparse por los pobres y oprimidos, los migrantes, que no tienen casa, en la justicia, para lograr una sociedad justa. Eso es el amor que nos enseña Jesús”.
Indicó que en el Evangelio de San Mateo, “Jesús dice algo similar, dice así: si fueres al altar para hacer tu ofrenda y ahí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda, regresa a tu hermano y reconcíliate con él, luego vuelve y presenta tu ofrenda, porque una ofrenda sin amor al prójimo, no vale a los ojos de Dios.
Así, el verdadero culto a Dios no puede separarse del amor cristiano al prójimo”, dijo.
El que dice: amo a Dios y no ama a su prójimo es un mentiroso, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su prójimo, a quien ve? Este es el mandamiento que hoy hemos recibido de Jesús, el que ama a Dios tiene que amar también a su prójimo.