Después de que en los últimos años cayeron cuatro ejemplares del zócalo, los laureles emblemáticos de la Plaza de la Constitución (zócalo) y de la Alameda de León han recuperado su salud y están en muy buen estado, explicó la secretaria de Medio Ambiente y Cambio Climático de Oaxaca de Juárez, Elsa Ortiz Rodríguez, al referirse al manejo del arbolado urbano de estas y otras áreas de la ciudad.
Como parte del plan de manejo del arbolado urbano que se realizó en 2022, Elsa señaló que se hicieron tomografías a 18 laureles del zócalo y Alameda “que son de gran tamaño y que son de 150 años”. A raíz de esto se programaron varias intervenciones para los alrededor de 30 laureles de ambos espacios, donde también conviven con macuiles, guajes, un palo mulato y otros árboles.
“Ahorita estamos cumpliendo la cuarta fertilización programada del año, pero también la hidratación, en la fertilización les aplicamos minerales, nitrógeno, fósforo y potasio. La hidratación es necesaria para que absorban los nutrientes”, explicó la funcionaria, quien recordó que al inicio de la administración observaron que la mayoría de los laureles del zócalo y la Alameda padecían de la plaga del
Además de los estudios y nutrición, en estos años se han podado los laureles de ambos sitios, en los que incluso han retirado entre 4 y 6 toneladas de peso de sus ramas para reducir los daños y al mismo tiempo evitar riesgos para la población que transita o descansa en ellos. También se les inyectaron insecticidas contra hongos y bacterias, entre ellos el hongo ganoderma. Este es el que más ha afectado a los laureles de la India (ficus retusa), ejemplares que, aunque no son nativos o endémicos, se plantaron y se han convertido en parte importante del arbolado de la ciudad.

Este jueves, la funcionaria y otros empleados municipales continuaron con el riego y descompactación de las 28 jardineras de ambos espacios públicos (24 del zócalo y 4 de la Alameda). Ortiz señaló que tras las afectaciones del 2004 por la remodelación del zócalo, varios laureles de más de 100 años o incluso 150 empezaron a deteriorarse con mayor facilidad, pues sus raíces tuvieron que ser cortadas para adaptarse a las jardineras de concreto. Además porque carecieron de la atención necesaria en varias administraciones. Es por ello que en esta semana también se les aplicaron enraizadores para reforzarlos.
En tanto, detalló que la hidratación es también para que se puedan enfrentar a la próxima temporada de estiaje. Sobre la labor realizada en esta administración, Ortiz dijo que igualmente se ha evitado colocar plantas en las mismas jardineras, pues esto solamente afectaba más a los laureles.
Al igual que en estos parques o espacios públicos, otros laureles y árboles de la ciudad han sido podados, derribados y sustituidos bajo el plan de manejo de arbolado urbano.
En septiembre de 2020, durante la administración del edil Oswaldo García Jarquín y en temporada de lluvia, cayeron los primeros dos laureles de los últimos años en el zócalo. El 7 de junio de 2022 se desplomó el tercer laurel, que se había convertido en un ícono por albergar los conciertos dominicales y los miércoles de danzón. Su caída propició la inclinación del laurel con el que compartía la jardinera, por lo que este también tuvo que ser derribado por el ayuntamiento. Los dos “gigantes” fueron sustituidos por nuevos árboles de varias especies, incluido un laurel descendiente del que está en la zona arqueológica de Monte Albán.