Para la entrega de medicamentos, usuarios de la Clínica del ISSSTE deben esperar de una a dos horas de pie, sin oportunidad de ocupar algunas sillas donde se encuentran personas adultas mayores.
Isabel llegó al área de farmacia cerca de las 11:00 horas y salió con sus medicamentos después del mediodía de este miércoles, luego de que el martes decidiera no formarse por una mayor cantidad de usuarios que apenas lograban avanzar cada 10 minutos.
En la fila donde hay todo tipo de pacientes, algunos con diabetes, otros con hipertensión y otros más con infección de las vías urinarias o por alguna herida prolongada, decenas deben aguantar la espera para no gastar en medicamentos con costos de 100, 200 y hasta más de 500 pesos.
Isabel solo acudió por la insulina de su esposo que padece diabetes y un antibiótico que le recetaron para una infección respiratoria. Cada mes, la mujer adulta acude a la Clínica por las medicinas del padre de sus hijos, con largas esperas para ser atendida.
En este inmueble donde también se forman largas filas para análisis de laboratorio, algunas personas adultas mayores piden que les aparten el lugar, mientras buscan sillas para sentarse o recargarse en pared por algunos minutos.
“Están funcionando las cuatro ventanillas, pero lo que veo es que se está entregando mucho medicamento. No sé si sea porque las personas se están enfermando de todo o porque la enfermedad así lo pide”, expresó una de las usuarias.
La larga espera frente a las ventanillas de farmacia obliga a algunos a quitarse los zapatos o mover los pies para quitar la tensión en los mismos, mientras otros más se muestran molestos al ver el reloj cada cinco minutos.
En el lugar donde no hay sana distancia, por varios momentos se deja escuchar la tos de una y hasta dos personas al mismo tiempo, con evidente resfriado y sin protección de algún cubrebocas.