Alejandro Aroche Tarasco, exdirector del Instituto de Estudios de Bachillerato de Oaxaca (IEBO) durante la administración del exgobernador Alejandro Murat, dejó este jueves el penal de Tanivet, en el municipio de Tlacolula, Oaxaca, tras una decisión judicial que cambió su situación procesal. Un juez federal ordenó la revisión de la medida de prisión preventiva que se le había impuesto inicialmente y, como resultado, Aroche fue trasladado a prisión domiciliaria.
El 7 de junio de 2023, Aroche ya había logrado salir del penal gracias a un amparo otorgado por el Primer Tribunal Colegiado de Oaxaca, pero esa liberación fue temporal. Apenas unas horas después de su salida, alrededor de las 3:45 am, las autoridades de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) ejecutaron una nueva orden de aprehensión en su contra, por lo que Aroche volvió a ser detenido.
EL ORIGEN DE LA DETENCIÓN
La detención de Aroche Tarasco se produjo el 2 de junio de 2023, cuando fue arrestado por elementos de la AEI debido a su presunta participación en un esquema de fraude por simulación, un delito relacionado con el mal manejo de recursos públicos. El exfuncionario fue señalado de estar involucrado en actos de corrupción dentro de su gestión en el IEBO, una dependencia encargada de los estudios de bachillerato en la entidad. Este caso se enmarca dentro de una serie de investigaciones sobre corrupción en la administración pública de Oaxaca durante el gobierno de Murat, que ha generado preocupación por el uso indebido de fondos públicos.
¿QUÉ IMPLICA LA PRISIÓN DOMICILIARIA?
La medida de prisión domiciliaria significa que, a partir de ahora, Aroche Tarasco deberá permanecer en su casa mientras continúa enfrentando los cargos en su contra. Esta decisión fue tomada tras la revisión del Juez del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Oaxaca, quien en su análisis determinó que la prisión preventiva en el penal de Tanivet ya no era necesaria, al considerar que Aroche no representaba un peligro para la comunidad ni un riesgo de fuga.
Este cambio de medida cautelar abre una nueva fase en el caso judicial de Aroche, quien ahora deberá continuar su proceso legal desde su domicilio, con las restricciones que la ley impone para garantizar su comparecencia ante la justicia. En este sentido, su situación sigue siendo delicada, ya que aún enfrenta las acusaciones de fraude por simulación y otros cargos relacionados con su gestión en el IEBO.
UN PASO EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
La salida de Aroche del penal de Tanivet y su cambio a prisión domiciliaria no solo representa un avance en su proceso judicial, sino también un reflejo de las tensiones en torno a la lucha contra la corrupción en Oaxaca. La administración de Alejandro Murat estuvo marcada por denuncias de desvíos de recursos y malos manejos en diversas dependencias, y el caso de Aroche es solo uno de los muchos que siguen siendo investigados.
Aroche, quien fue un personaje cercano al exgobernador Murat, se enfrenta a un escenario jurídico incierto, ya que las autoridades continúan con las investigaciones por los presuntos actos de corrupción ocurridos durante su gestión al frente del IEBO. El cambio de medida cautelar puede ser interpretado como una estrategia para permitirle enfrentar las acusaciones en libertad, pero bajo una estricta vigilancia.
LO QUE SIGUE EN EL PROCESO JUDICIAL
A pesar de su liberación, Aroche no está exento de enfrentar más complicaciones legales. A pesar de que ya no se encuentra en el penal, la nueva orden de aprehensión ejecutada en su contra indica que las autoridades mantienen un firme control sobre su caso, y podrían surgir nuevas acusaciones conforme avance la investigación.
Finalmente, las autoridades anticorrupción en Oaxaca y a nivel federal continúan con la revisión de varios casos que involucran a exfuncionarios públicos, lo que aumenta las expectativas sobre el rumbo que tomará la justicia en estos casos. Además, el hecho de que Aroche se encuentre en prisión domiciliaria no implica que su libertad esté asegurada, ya que podría ser arrestado nuevamente si se descubren nuevos elementos que lo vinculen a otros delitos.