Hoteleros del Centro Histórico se han visto obligados a comprar cada tercer día una pipa con agua potable de 10 mil litros, ante la falta de suministro por parte del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SOAPA).
Los empresarios entrevistados se quejaron por la falta de disposición de agua, desde hace más de un mes y se espera un aumento del estiaje durante los meses de mayo y junio; “nos están obligando a pagar pipas de agua cada tercer día”.
De igual forma, los usuarios cuestionaron la priorización de suministro para la zona centro de la ciudad, dado que en ocasiones hasta por 30 días o más no reciben el suministro.
Estamos en el primer cuadro, pagamos el servicio pero no nos llega agua”, es la queja recurrente de los prestadores de servicio.
La situación ha sido crítica para los habitantes de la capital, toda vez que los precios por 1,100 litros cuestan en promedio 200 pesos y por 10 mil litros el precio llega a los mil 200 pesos.
Ese mismo panorama de estiaje prolongado se advierte en todo el centro, en donde los capitalinos deben esperar entre 20 a 30 días para recibir un tandeo y en su defecto comprar pipas con agua.
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El Centro Histórico se ha visto severamente afectada por la carencia del agua potable, a pesar de oficios entregados a la dependencia estatal, los resultados son negativos y el agua sigue sin salir de la llave.
Por lo cual, demandan trasparencia y efectividad en el uso de los recursos públicos, debido a que no se observan resultados concretos para solventar los requerimientos ciudadanos en la materia.
Preguntaron sobre la estrategia que seguirá el actual Gobierno del Estado en el tema del abasto del vital líquido, toda vez que no hay un proyecto para garantizar el acceso al agua por parte de los capitalinos.
A parte de que no hay agua, no hay dónde se estacionen las pipas para descargar, tenemos que habilitar turnos en la madrugada o antes de las 6 de la mañana para poder tener acceso, lamentaron.
Cuestionaron la falta de circulación en la calle de Armenta y López así como Guerrero y Bustamante, en donde autos de funcionarios, camionetas de lujo y el plantón de normalistas complican el acceso.
