Para ambientalistas en Oaxaca, los ríos Atoyac y Salado reciben más de 250 litros por segundo de aguas negras, toda vez que la Planta de Tratamiento ubicada en San Juan Bautista La Raya no se encuentra operando al 100%.
Nazario García Ramírez, integrante del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), lamentó que pese al cambio de gobierno estatal no exista un plan o programa de rescate de ambos afluentes.
Y es que de acuerdo a un comunicado de la Comisión Estatal del Agua para el Bienestar (Ceabien), realizó visitas de inspección en cinco puntos de descarga de aguas no tratadas en los ríos Atoyac y Salado.
Sin embargo, el defensor del medio ambiente criticó que las acciones preventivas de las autoridades solo se reduzcan a cortar los carrizos del bordo y la maleza existente, “nadie va más allá”.
Vemos a las instancias estatales omisas a una Semarnat, ciega y sorda, además de una Profepa burocratizada, cuyos inspectores no existen o no salen de sus cómodas oficinas”, afirmó.
Incluso cuestionó la nula acción para terminar, cerrar o clausurar los tiraderos clandestinos que siguen operando libremente sobre el bordo del río Atoyac, pese a la enorme contaminación que generan.
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De paso, acusó a la Procuraduría Ambiental del Estado de Oaxaca que solo se dedica a perseguir a los pequeños contribuyentes para imponerles multas por cualquier motivo y los grandes temas de contaminación de ríos, los pasa por alto.
Urgió al Gobierno del Estado a presentar cinco meses después del arranque de la administración, un verdadero plan de rescate de los ríos Atoyac y Salado, ya que no se ha cumplido con la sentencia judicial para su saneamiento.
Según la Comisión Estatal del Agua para el Bienestar, las descargas de agua sin tratamiento que impactan en el río Salado, provienen de los municipios de San Sebastián Tutla, Santa Cruz Amilpas, Santa Lucía del Camino, Oaxaca de Juárez y San Antonio de la Cal, así como San Lorenzo Cacaotepec, Santa María Atzompa, San Jacinto Amilpas y Santa Cruz Xoxocotlán.
Los afluentes reciben una descarga total de 400 litros de agua negras por segundo, de las cuales aproximadamente 250 litros no se encuentran tratadas, de donde, el 30% de las descargas provenientes de los municipios son aguas tratadas, mientras que el 70% llegan a los afluentes Atoyac y Salado sin el tratamiento necesario.
