A cuenta gotas, el agua en la col Adolfo López Mateos
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A cuenta gotas, el agua en la col Adolfo López Mateos

Con la poca presión los vecinos apenas obtienen 600 u 800 litros  al mes y que deben re bombear desde la banqueta


A cuenta gotas, el agua en la col Adolfo López Mateos | El Imparcial de Oaxaca

Hace 60 años, cuando sus padres y ella llegaron a poblar una de las partes altas de Santa Rosa Panzacola, en la ciudad de Oaxaca, el agua podía obtenerse de los pozos de la colonia vecina, la Manuel Sabino Crespo. En la Adolfo López Mateos, donde ha vivido seis décadas, Susana Gómez recuerda que eran muy pocos habitantes y no había servicios de drenaje ni de agua potable, pero lo que obtenían de los pozos era suficiente y para acarrear a diario. Y cuando no, iban al cárcamo del Tecnológico.

El agua era tan abundante que incluso existía una laguna en la Sabino Crespo, la colonia del casco municipal con la que colinda en el Cerro del Fortín

Ahora, la colonia Adolfo López Mateos está más habitada y junto a ella se fundó también la colonia Solidaridad, además de que la Sabino Crespo creció y desapareció la laguna que conoció Susana. Los pozos son insuficientes, pero también lo es el agua de la red pública de la que se surten ella y sus vecinos de la calle Sauces. 

Aquí, a unos metros de las caballerizas de la policía montada y a diferencia de otras colonias esperan el suministro cada 35 o más días, el agua generalmente la surten cada 8 o 15 días. Lo más que han esperado son tres meses, pero fue por las obras de cambio de tubería de agua y drenaje y por la pavimentación de la calle, explica. Sin embargo, el servicio es a cuenta gotas y por tandeo apenas se alcanzan a almacenar 600 u 800 litros.

La calle quedó bonita, dice una Susana sonriente al recordar que antes era un camino de terracería. Pero pronto esa alegría se desvanece de su rostro porque la presión del agua es menor que antes de las obras. Ya desde antes era poca en esta calle donde cuatro tambos de 200 litros y sus respectivas bombas dan cuenta que el agua no llega a las casas de arriba ni a las pocas de la parte baja de la calle, entre ellas su domicilio.

“Estamos sufriendo un poco porque es muy poca la que llega… la tubería quedó muy gruesa y no llena para surtir los domicilios de la parte de arriba”, explica la vecina junto a uno de los tambos azules y bombas de la banqueta que sirven para el re bombeo. Otros habitantes tienen la llave en el interior de sus casas, pero también deben subir al agua a sus depósitos.

“Yo digo que a veces es normal (la escasez de agua) porque el bombero nos explica que a veces están tomados los mantos acuíferos de San Agustín, pero cuando le surten a él ya nos manda, pero es poca en esta calle”.

En esta colonia, el tanque de almacenamiento surte a las calles Insurgentes y la prolongación de Insurgentes, además de la Sauces. Aunque en esta última la presión es muy baja.

Para Rebeca Ríos, otra vecina de la colonia, administrar los 600 o máximo 800 litros del agua es complicado, pues en su domicilio habitan la de ella y otra familia. Muchas veces, ese volumen debe alcanzar para 15 días, lo que las obliga a reutilizar cada gota o a usar lo menos posible en el lavado de los trastes. “Tenemos que esperar que se llene (el tambo) y tarda a veces hasta 20 minutos”, detalla.

Recientemente, el gobierno municipal pavimentó la calle Sauces, pero con el beneficio del concreto se acentuó el problema en el acceso al agua. El volumen es menos del que recibían, pues el tubo tiene más diámetro y eso limita la ya de por sí baja potencia haciendo que la mayor parte se vaya a las casas de abajo. Aunque por la duración del servicio, de una hora o poco más, estas tampoco pueden almacenar tanto.

“Con agua o sin agua, el recibo siempre está”, dice Susana sobre el cobro que por este derecho hace Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SOAPA), organismo estatal que en la ciudad de Oaxaca tiene la responsabilidad de suministrar este bien a más de 350 colonias de la ciudad y de otros nueve municipios de la zona metropolitana, en donde habitan más de 300 mil personas como Susana o Rebeca.

Pero que argumentando la escasez de este bien ha espaciado los suministros cada vez más. En algunas colonias la espera se prolonga por más de 40 días y comprar una pipa tampoco es opción, debido a los costos o lo inaccesible de sus colonias.


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