Para expendedores de tortillas de máquina, la prohibición de importar maíz transgénico al país no impacta a estados como Oaxaca, ya que aquí en una gran parte se ocupan las semillas tradicionales para la elaboración del alimento.
En la charla mientras despachan kilos y kilos de su producto a las personas que llegan al local ubicado sobre la calle de 20 de Noviembre, admiten que el alimento es uno de los infaltable de la mesa de los oaxaqueños.
No hay necesidad de meter semilla modificada, aquí en Oaxaca hay gran variedad y la gente prefiere el producto de calidad al de harina porque se le deshace, entonces no les vendemos de otro, indica Juan.
Al respecto, el Consejo Nacional de la Tortilla (CNT) señaló que en las tortillerías del país se usa exclusivamente maíz blanco de origen nacional, “la industria de la tortilla no usa maíz transgénico en su elaboración”.
Las medidas que implementaría el gobierno federal en los siguientes días para prohibir el uso de maíz transgénico en tortillerías y para imponer aranceles a la importación del grano son una muestra de desconocimiento sobre cómo opera la industria de la tortilla en México, dijo.
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En su opinión, para la elaboración de uno de los alimentos base en la dieta de los mexicanos, la tortilla, ni se usa maíz genéticamente modificado ni se tiene la necesidad de comprar el grano en el exterior.
Cada vez que vayan a hacer un acuerdo, un programa, y si no tienen convocadas a las cadenas productivas siempre van a fallar, la industria de la tortilla tradicional no ocupa maíz transgénico”, reiteró la CNT.
De igual manera el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) expuso que no es necesario introducir o sembrar semillas transgénicas de maíz, los maíces criollos son de alta calidad en el país.
El que exista una prohibición no significa que no exista la producción pero en menor escala, dado que a través de estudios se han encontrado semillas modificadas pero en baja frecuencia”, externó.
La actual administración federal se ha esforzado en frenar a los monopolios de empresas transnacionales que promueven el uso de agroquímicos tóxicos, como el glifosato, siembra de semillas transgénicas, afectando la gran agrobiodiversidad y a las variedades de maíz nativo, toda vez que producen alimentos dañinos para la salud y deterioran el ambiente.
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