Durante 15 años, el estado de Oaxaca ha perdido en promedio 480 mil hectáreas de tierra para cultivo, reveló este miércoles el coordinador estatal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Jorge López Guzmán, al dar a conocer los Resultados Oportunos del Censo Agropecuario 2022.
En conferencia de prensa, el funcionario federal precisó que las hectáreas no utilizadas por los campesinos, se debe principalmente a que las tierras cambiaron su uso agrícola a agostadero o de pastoreo.
Acompañado del subdirector de Estadística Económica, Antonio Octavio Flores, detalló que las zonas con mayor cambio en el uso de la tierra son: la región de la Costa, Istmo de Tehuantepec y Cuenca del Papaloapan.
Mencionó que los problemas más comunes que percibieron los productores agropecuarios y que afectaron la producción y productividad de las unidades fueron: altos costos de insumos y servicios, con 78.3%; factores climáticos, con 68.6% y factores biológicos, con 42.0%.
Así como la pérdida de fertilidad del suelo, con 32.7%; dificultad para la transportación, con 31.7% y baja de precios y/o disminución de ventas a causa de la pandemia del Covid-19, con 26.8%.
Comentó que de acuerdo al Censo Agropecuario, revela que en 2022, en Oaxaca había 415 mil 495 unidades de producción agropecuaria y un millón 217 mil 463 hectáreas de superficie agrícola.
Por lo que, las unidades de producción se distribuyeron de la siguiente manera: 380 mil 579 fueron unidades de producción activas, con un millón 121 mil 960 hectáreas de superficie agrícola y 34 mil 916 fueron unidades de producción agropecuaria sin actividad, con 95 mil 503 hectáreas de superficie agrícola.
Expuso que las unidades de producción agropecuaria activas contaron con 909 mil 500 hectáreas de superficie sembrada y 212 mil 460 no sembradas, y de estas últimas, 140 mil 441 hectáreas eran superficie en descanso y el resto (72 mil 019 hectáreas), superficie no sembrada por mal temporal, por falta de crédito, por enfermedad, por falta de dinero o apoyos o porque no hubo quien la sembrara, entre otras causas.
La superficie promedio por unidad de producción activa, es de 2.9 hectáreas, mientras que en el Censo Agropecuario 2007, el promedio fue de 4.7 hectáreas; es decir, en 2022, las unidades de producción fueron más pequeñas, en promedio.
A su vez, detalló que la mano de obra en actividades agropecuarias o forestales de las unidades de producción fue de 2 millones 383 mil 189 personas, de los cuales un millón 974 mil 037 eran hombres (82.8%) y 409 mil 152 mujeres (17.2%).
Y al comparar la mano de obra femenina con el Censo Agropecuario 2007 -que reportó 26.8% de participación-, el involucramiento de las mujeres en las labores agropecuarias y del campo resultó menor, en poco menos de 10 puntos porcentuales.
En cuanto a la edad de los productores, reiteró que 67.9% tenía más de 45 años y 25.9%, 65 y más; en tanto, la escolaridad de las y los productores, el nivel de primaria predomina, aunque se redujo de 57.5 a 53.7%, entre 2007 y 2022; la secundaria registró un incremento de 9.4 a 20.6% y el bachillerato o preparatoria, de 2.1 a 6.2%.
Mientras que el parque vehicular de tractores propios tuvo un incremento de 80.9%, ya que pasó de 3 mil 117 unidades, en 2007, a 5 mil 639 en la actualidad, se traduce en una tasa de crecimiento anual del 4%.
