Al encabezar la homilía del Domingo de Resurrección, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, pidió a las y los católicos rezar por las personas que se encuentran desaparecidas.
Quiero también decirles que, al leer el Evangelio, al proclamarlo y al decirles que el sepulcro estaba vacío, vino a mi mente el pensamiento de tantas madres y tantos padres de familia que buscan a sus seres queridos, pero no en las tumbas, no en los sepulcros, los buscan en otros espacios, porque se los llevaron, los levantaron y tienen meses y años buscando a su ser querido y no los encuentran, solo hallan fosas donde hay restos humanos y esperan encontrar en esos restos de los suyos”.
El Arzobispo expuso que tener un ser querido desaparecido genera mucho sufrimiento y dolor a sus familiares. “Las madres y los padres quieren saber dónde quedó su hijo, qué hicieron con su hijo. Probablemente usted ha tenido ese dolor y ese sufrimiento, porque alguien cercano, un pariente suyo se lo han llevado y no sabe dónde está. Yo tengo parientes míos que no saben dónde están, que no saben qué pasó con ellos, qué pasó y hay mucho dolor y se vive con la esperanza de tener una noticia, de saber algo, pero pasan los meses, los años y no se sabe nada. Cuánto dolor”.
Queremos darles, como decimos, cristiana sepultura y no podemos, porque no tenemos sus restos, no los tenemos. La tumba está vacía, las fosas comunes están llenas de huesos, dolor, tristeza, pero ellos resucitarán y yo quiero que usted siga trabajando para resucitar para la vida, no vaya a resucitar para la eterna condenación, porque el cielo es para usted, el infierno es para el diablo y sus ángeles, pero no para usted, para usted es el cielo.
Gánese el cielo, gáneselo, trabaje para ganarse el cielo y pidamos por tantas personas que no se sabe de ellos, pero que sabemos que van a resucitar y le pedimos a Dios que resuciten para la vida y le pedimos a Dios que cambie los corazones de los que los han endurecido y que puedan tener un corazón de carne, para que sienta, para que ya no levante la mano contra su hermano”, destacó.
Desde la Catedral Metropolitana, el arzobispo Vázquez Villalobos dijo que Dios ha permitido vivir la Cuaresma hasta los preparativos espirituales para llegar a la gran Fiesta de la Resurrección, “la fiesta central de nuestra fe. No creemos en un muerto, creemos en él que está vivo. No creemos en alguien que fue derrotado en la Cruz, sino al que resucitó. Creemos en la vida. Nuestro Señor ha resucitado”.
En estos tiempos, la palabra de Dios nos va a ir ayudando para que, recordando las vivencias de los Apóstoles y de los discípulos, testigos de la Resurrección, nosotros podamos reafirmar la verdad central de nuestra fe y esa verdad central de nuestra fe es la Resurrección. El que resucitó de entre los muertos, prometió que nos resucitaría. Creemos en la resurrección de los muertos, porque creemos en la Resurrección de Jesucristo”, apuntó.
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