“Hacer de la utopía una realidad”: Seara Vázquez
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“Hacer de la utopía una realidad”: Seara Vázquez

En 1988, Heladio Ramírez López, entonces gobernador de Oaxaca, le pidió que le elaborara un proyecto para una universidad en Huajuapan de León; así inició la UTM, con 48 alumnos


“Hacer de la utopía una realidad”: Seara Vázquez | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Luis Alberto Cruz / “Nuestras universidades no son solo instituciones educativas, son un instrumento cultural para transformar la sociedad y desarrollarla, y para eso en el SUNEO les fijamos cuatro funciones principales como son la enseñanza, investigación científica, difusión de la cultura y promoción del desarrollo”: Modesto Seara Vásquez, Rector del SUNEO

 

Son múltiples los retos que enfrentamos pues el Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (Suneo), es un sistema que tres décadas después de haberse iniciado sigue siendo un proyecto en construcción”, estableció el doctor Modesto Seara Vázquez, quien falleció este lunes a la edad de 91 años.

Catedrático reconocido en el ámbito internacional, investigador nacional emérito del Sistema Nacional de Investigadores, profesor titular C de tiempo completo de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales (UNAM) y presidente de honor de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, pregonó constantemente “hacer de la utopía la realidad”.

Siempre comprometido con la educación superior en Oaxaca, recomendó continuar con la ampliación de la infraestructura y del equipamiento para responder a la creciente demanda. En algunos casos como la Universidad de la Costa en Pinotepa Nacional, Universidad de Chalcatongo, Universidad del Istmo en Juchitán y NovaUniversitas en Ocotlán, se debe ampliar la oferta educativa para rentabilizar la infraestructura ya existente y ofrecer un abanico más amplio de opciones educativas

Tras la pandemia del Covid-19, el que fuera rector del Suneo alertó que la humanidad está en un punto crucial de su historia con la crisis provocada y que paralizó una gran parte de la vida social en el planeta.

Queda destruida la falsa seguridad que daba un sistema social que con apoyo en la ciencia y la tecnología, parecía dar a los humanos el control total de su destino. Quienes, en las últimas décadas, llamaban la atención sobre la inviabilidad de un modelo social basado en la explotación intensa, irracional e insostenible de los recursos limitados del planeta, eran tachados de aguafiestas”.

Sin embargo, la principal preocupación de sus pueblos y sus dirigentes parece ser la de retornar a lo que llaman normalidad, sin darse cuenta de que aquella supuesta normalidad era una ruta directa hacia el suicidio de la civilización tal como la conocemos.

 

 

Sistema de Universidades

 

En el año de 1988, Heladio Ramírez López entonces gobernador de Oaxaca le pidió que le elaborara un proyecto para una universidad en Huajuapan de León, en la región mixteca. Las ambiciones del proyecto eran muy limitadas: construir una universidad para una localidad pequeña, que respondiera a las necesidades locales.

Así inició un nuevo modelo de universidad, concebido como una institución para el desarrollo. La definición que le dio iba en el sentido de trascender su función educativa, y entenderla como un instrumento cultural para transformar la sociedad y por ello consideró cuatro funciones principales: enseñanza, investigación, difusión de la cultura y promoción del desarrollo.

La Universidad Tecnológica de la Mixteca inició sus labores en 1990, con 48 alumnos, cinco profesores y dos aulas, en medio de un terreno bautizado por los humoristas locales como “el desierto de Seara”.

Fue el inicio de una gran aventura, que llevó a un proyecto académico universitario sin precedentes. En 2016, la UTM tenía alrededor de 220 profesores investigadores de tiempo completo, unos 1,500 estudiantes, diez licenciaturas e ingenierías, quince maestrías, cinco doctorados, y ocho Institutos de investigación, en un campus de 208 hectáreas con más de cien edificios.

Lo más importante fue la calidad de la Universidad, cuyos alumnos rutinariamente consiguen los primeros lugares nacionales (según los Exámenes Generales de Conocimientos de CENEVAL), en los campos de la ingeniería en computación, electrónica, industrial o ciencias empresariales. En el año 2008 y 2011, equipos de estudiantes de la UTM consiguieron el primer lugar mundial en HCI (Human Computar Interaction, de ACM), en las finales que tuvieron lugar en Florencia y Atlanta y quedaron número dos en las que se celebraron en San José de California y París, en 2011 y 2013. Premios y reconocimientos que siguen hasta nuestros días.

El Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca cuenta con diez universidades (Universidad Tecnológica de la Mixteca, Universidad del Mar, Universidad del Istmo, Universidad del Papaloapan, Universidad de la Cañada, Universidad de la Sierra Juárez, Universidad de la Sierra Sur, Universidad de la Costa, Universidad de Chalcatongo y NovaUniversitas) con diecisiete campus, que cubren la totalidad del territorio del Estado de Oaxaca. Está en construcción, y un total de seis campus más, de la NovaUniversitas.

 

 

Siempre fue un internacionalista

 

Seara Vázquez nació el 11 de Septiembre de 1931 en la villa de Allariz, de la provincia de Orense, en Galicia (España). Pasó sus primeros años con sus padres en el lugar de nacimiento y realizó los primeros estudios en varias escuelas alaricanas, en las que llegó hasta el segundo año de bachillerato, la enseñanza media que entonces cubría también la media superior y duraba siete años.

Vivió la persecución política de que fue objeto su padre por parte del régimen franquista, situación seguramente decisiva para definir su vocación política y su pasión por las cuestiones internacionales, pues el seguimiento que se daba en su casa al desarrollo de la segunda guerra mundial lo dejó marcado con esa afición para siempre.

Fue enviado después al Colegio Labor, de Vigo, en régimen de internado, en donde siguió el resto de los estudios hasta la presentación, en 1949, de la Reválida, como se llamaba al examen de Estado, que abría las puertas a la universidad. Por razones familiares permaneció un año en el pueblo, y en 1950 se desplazó a Madrid para preparar el ingreso a la carrera de Ingeniería Aeronáutica.

Poco después descubrió su verdadera vocación que era el estudio de las cuestiones internacionales y se pasó a la carrera de Derecho que realizó en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid (hoy Universidad Complutense) siendo de la última generación que estudió en la Calle de San Bernardo, antes de que la Facultad fuera trasladada a la Ciudad Universitaria.

En la primera mitad de la década de los años 50 participó en los movimientos antifranquistas, particularmente de 1954, iniciado con una manifestación en pro de Gibraltar español que se convirtió en tres días seguidos de confrontación con las fuerzas policiacas y de 1956, en que fue testigo del famoso incidente del bulevar de Alberto Aguilera, cuando un falangista recibió un tiro accidental de uno de sus compañeros que causó una gravísima crisis al régimen franquista.

Con la intención de perfeccionar el conocimiento del idioma inglés, en enero de 1957 partió a Londres, donde por las mañanas estudiaba en el Victoria College y por las tardes trabajaba en la Waterloo Station. Al final de ese año se traslada a París, para continuar sus estudios en la Universidad de París (Sorbona).

 

 

Marcaje personal por filiación política

 

Aprobados los cursos inició su tesis sobre un tema que entonces resultaba esotérico: el derecho del espacio exterior, motivado por el lanzamiento el 4 de octubre de 1957, del Satélite Sputnik I por la Unión Soviética. La tesis titulada “Études de Droit Interplanetaire”, provocó mucho interés y “Le Figaro Literaire” le dedicó al sostenimiento de la tesis un largo reportaje redactado por Beatrix Beck, Premio Goncourt de literatura.

También Radio París emitió una serie de entrevistas con el título de “El Derecho Interplanetario visto desde París”. Como consecuencia de todo ello fue invitado a presentar una ponencia en el Congreso de la Federación Astronáutica Internacional en Londres en 1959 en la que enunció su teoría de la reglamentación funcional del espacio, posteriormente publicada en Viena en 1960, y que sería asumida por la mayoría de los juristas.

En París continuó con sus actividades políticas. Como miembro del Partido Socialista Obrero Español y de la Unión General de Trabajadores fue objeto de medidas de control por parte de la policía francesa que lo obligaba a presentarse semanalmente con ella.

A punto de ser detenido en Madrid por la brigada político social de España, abandonó el país a primeros de 1960, año en el que viajó a México, donde poco después, el 1 de marzo de 1961, inició su colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México.

Fue profesor investigador de tiempo completo en el Instituto de Derecho Comparado, hoy Instituto de Investigaciones Jurídicas, al mismo tiempo que comenzaba a colaborar con la Facultad de Derecho y la entonces Escuela y hoy Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, con las cátedras de Derecho Internacional Público y Organización Internacional.

En 1961 publicó su primer libro, Introducción el Derecho Internacional Cósmico, una edición revisada y actualizada de su tesis doctoral, posteriormente también traducido al inglés. En París conoció a un gran personaje de la vida mexicana, Isidro Fabela, que le fue presentado por el entonces consejero militar de la embajada de México, el General Alberto Salinas Carranza, uno de los fundadores de la aviación mexicana.

Don Isidro Fabela realizaba un viaje a Europa con su esposa Doña Josefina, de origen alemán, aunque nacida en México. La avanzada edad de ambos les hacía temer viajar solos y decidieron adelantar su regreso a México, para que los acompañara. La amistad de don Isidro fue decisiva en la vida de Modesto dado que le abrió muchas puertas y lo integró rápidamente en la vida del país.

 

 

Presencia en EU que en la URSS

 

En 1965 fue invitado por la University of Utah como profesor visitante y permaneció en Salt Lake City hasta 1966, en una estancia sumamente enriquecedora en la que convivió con la comunidad esencialmente mormona del Estado de Utah, una de las últimas teocracias del mundo occidental. A pesar de sus ideas políticas, diferentes de las predominantes en aquel entorno, siempre tuvo el respeto de sus anfitriones. Al mismo tiempo, aprovechando los diferentes periodos de vacaciones, pudo conocer toda la parte Oeste de los Estados Unidos y viajó frecuentemente por los Estados de Utah, California, Arizona, Nevada, Idaho, Montana, Oregon y Washington. También conoció la British Columbia, en Canadá, donde permaneció breve tiempo en Vancouver, una ciudad muy diferente de la actual.

Durante la estancia en Salt Lake City escribió un ensayo sobre la política exterior de Estados Unidos, publicado en la revista mexicana Cuadernos Americanos, entonces dirigida por don Jesús Silva Herzog.

En ese ensayo, criticó la acción de los Estados Unidos, señalando que un mejor conocimiento de la historia le habría mostrado que Vietnam no era un enemigo natural de los Estados Unidos, sino de China. La guerra chino vietnamita de unos pocos años después, dejaba suficientemente probado este punto.

Formó parte de un movimiento internacional a favor de los judíos de la Unión Soviética, como parte del Comité Latinoamericano, defendiendo “el derecho de irse”.

A ese título participó durante dos décadas en numerosas actividades: congresos, conferencias, seminarios, etc. en muchos países. En octubre de 1973, durante la guerra del Yon Kippur, estuvo en la URSS como parte de una comisión de cuatro personas enviadas para encontrarse con judíos que se veían negada la visa de salida. Esa Comisión visitó Moscú, Kiev, Tbilisi y Leningrado.

Ya en México, a mediados de 1966, y reincorporado a la UNAM, vivió los tensos momentos de la caída del gran Rector Ignacio Chávez. Aumentó su participación en las actividades de la Escuela de Ciencias Políticas y en la reforma de sus planes de estudio.

 

 

Condecoraciones

 

En 1976 regresa a España y colabora en la transición política, desde las filas del Partido Socialista Obrero Español, en el que había militado desde los años cincuenta. Poco antes de salir de México, el Gobierno Mexicano le otorga la condecoración del Águila Azteca, la más alta condecoración que se otorga a un extranjero, “por su contribución a la formación de varias generaciones de mexicanos”.

En 1978, como miembro del Comité Federal participa en las discusiones sobre el proyecto de Constitución y propone una serie de enmiendas, algunas de las cuales son aceptadas y serían después incorporadas a la Constitución. Otras que también había propuesto, fueron inexplicablemente rechazadas, a pesar de ser simples cuestiones de técnica jurídica y no representar problema político alguno.

Un año después, en 1979 las listas electorales de Galicia se formaron con candidatos elegidos por las Asambleas Provinciales en votación secreta, para garantizar la libertad de elección. Fueron las primeras elecciones primarias verdaderamente democráticas en el país y Seara había prometido, como Secretario General de Galicia, defenderlas en el Comité Federal, que sin embargo, las cambió. Por ello, abandona el PSOE y se incorpora al PSOE-Histórico, en aquel momento prácticamente en desbandada.

En 1983, decide abandonar la política y regresar a la vida universitaria, en el seno de la UNAM. Siguen varios años de intensa actividad académica, en el ámbito nacional mexicano e internacional. Aumenta sus publicaciones de libros nuevos y nuevas ediciones, así como ensayos y sigue dirigiendo el Anuario Mexicano de Relaciones Internacionales que él había fundado en 1980.

A lo largo de su vida Modesto Seara recibió numerosas distinciones, entre las destacan la condecoración del Águila Azteca, otorgada por el Gobierno de México en 1976; La Medalla Castelao de la Junta de Galicia; la medalla Donají, como ciudadano distinguido del ayuntamiento de Oaxaca; las medallas Antonio de León y José López Alavéz de Huajuapan de León; la Medalla de Honor de la Universidad Menéndez Pelayo, Santander; el grado de Ingeniero de Montes de Honor de la Universidad Politécnica de Madrid.

 

Descanse en paz.


aa

 

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