Se dispara mortalidad por insuficiencia renal
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Se dispara mortalidad por insuficiencia renal

Traslada sector salud a familiares la responsabilidad de realizar diálisis; indígenas, los pacientes más olvidados


Se dispara mortalidad por insuficiencia renal | El Imparcial de Oaxaca
La Unidad Oaxaca de Hemodiálisis cuenta con 50 máquinas y está ubicado a un costado de la Ciudad de las Canteras, de Santa María Ixcotel

Los datos:

  • 320 decesos notificados en 2016
  • 654 defunciones en 2021
  • 4,000 personas con la enfermedad
  • 30,000 pesos mensuales por el proceso de diálisis si no hay seguridad social
  • Hasta un millón de pesos anuales en sector privado el proceso de hemodiálisis
  • Más de 200 pacientes atiende la Unidad Oaxaca de Hemodiálisis
  • La mayoría de pacientes en Unidad de 35 a 50 años de edad
  • 85% de personas con insuficiencia renal, tiene como antecedente la diabetes

 

Causas

  • La enfermedad renal crónica (ERC) empeora lentamente durante meses o años.
  • Es posible que no note ningún síntoma durante algún tiempo.
  • La pérdida de la función puede ser tan lenta que usted no presentará síntomas hasta que los riñones casi hayan dejado de trabajar.
  • La etapa final de la ERC se denomina enfermedad renal terminal (ERT).
  • En esta etapa, los riñones ya no tienen la capacidad de eliminar suficientes desechos y el exceso de líquido del cuerpo.
  • En ese momento, usted necesitaría diálisis o un trasplante de riñón.
  • La diabetes y la presión arterial alta son las 2 causas más comunes y son responsables de la mayoría de los casos.

 

En Oaxaca, los altos costos para enfrentar la insuficiencia renal apenas dejan dos opciones: buscar y mantener la seguridad social o permitir un rápido deterioro hasta la muerte.

De esta enfermedad que carece de un censo oficial porque la mayoría de pacientes es previamente diagnosticada con diabetes o hipertensión, la tasa de morbilidad y mortalidad crece aceleradamente en grupos de edad cada vez más jóvenes.

De 320 decesos notificados en 2016 por insuficiencia renal, Oaxaca pasó en 2021 a 654 según reportes del sector salud, que carece de recursos para la atención gratuita a quienes no tengan seguridad social.

Integrantes de “Resguardando alas”, grupo conformado por pacientes con esta enfermedad, estima un aproximado de 4 mil personas con insuficiencia renal en la entidad, de las cuales, la mayoría se somete a un proceso de diálisis y un menor número a hemodiálisis; ambos con alto costo monetario, físico y psicológico.

Además de encontrarse entre los primeros lugares de las principales enfermedades en la población oaxaqueña, con más de 60 mil y 50 mil diagnosticados, respectivamente, la diabetes e hipertensión arterial originan en la mayoría de los casos la insuficiencia renal, como consecuencia de una mala atención y cuidado de las dos primeras.

La Secretaría de Salud federal define a la insuficiencia renal como la pérdida permanente de las funciones de los riñones en más del 80%, los cuales son los órganos que realizan diferentes funciones en el cuerpo como la filtración de la sangre y la eliminación de productos de desecho del metabolismo. También mantienen el balance de líquidos y secretan hormonas.

 

El director de la institución médica, José Francisco Zárate Carballido, dio a conocer que la unidad subroga al IMSS y al HRAEO

 

Inician la diálisis

 

Ante esta pérdida, las personas con insuficiencia renal deben iniciar un proceso de diálisis, cuyo objetivo es eliminar las sustancias tóxicas y el exceso de líquido del organismo, que normalmente serían eliminados por los riñones.

Karol Ramírez Velasco, fundadora de “Resguardando Alas” y paciente con falla renal, impulsó a partir de 2021 una serie de acciones en apoyo a personas con la enfermedad, tanto en tratamientos, como insumos y medicamentos.

En 2022 presentó a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) un proyecto para conformar un inmueble para dar atención de diálisis, al considerar que en el estado no hay espacios para poder llevar a cabo este proceso que se realiza más de seis veces al día.

Por carecer de lugares para esta atención, las autoridades y personal de salud capacitan a los pacientes para que estos puedan dializarse en casa, donde se debe contar con un cuarto especial para este proceso, con medidas extremas de higiene y los insumos correspondientes.

Karol, de 25 años de edad, sabe de la necesidad del apoyo gubernamental en este proceso, al señalar que muchos de los pacientes que inician la diálisis, no cuentan con un espacio adicional en casa para poder llevarlo a cabo, ni los insumos que se requieren todos los días de no tener seguridad social.

La situación se complica para aquellos que no entienden bien el español por hablar su lengua materna como el zapoteco, mixteco u otra, tanto en la técnica de conexión y desconexión del catéter, como en las condiciones que debe tener el espacio donde se realice la diálisis.

La joven explicó que para llevar a cabo este proceso, el cuarto debe pintarse de blanco para constatar que todo esté limpio, además de contar con una mesa, un lavamanos y un tripié para sostener las bolsas que contienen determinada solución.

Para quienes cuentan con seguridad social como IMSS e ISSSTE, tienen la posibilidad de adquirir todos los insumos para poder llevarse a casa, como una máquina automatizada; de lo contrario, la técnica es manual y con apoyo de un familiar.

El proyecto que presentó Karol a las autoridades de salud en su momento, pretende crear un espacio que apoye a las personas que tienen dificultades para poder realizarse la diálisis, tanto en la técnica como en la compra de bolsas y medicamentos de no contar con seguridad social.

Tan solo en la compra de una bolsa para diálisis de manera particular, el precio oscila entre los 800 a mil pesos, con un gasto de hasta 30 mil de manera mensual.

El proyecto de Karol fue recibido por la entonces secretaria de salud, Virginia Sánchez Ríos, quien prometió darle seguimiento y presentarlo a la federación, pero con una serie de modificaciones que pretendía incluir también el proceso de hemodiálisis.

Antes de concluir su administración, la secretaria de salud y personal encargado de atender el proyecto ya no dio seguimiento y evadió todo tipo de comunicación con la fundadora de “Resguardando Alas”.

 

 

Hemodiálisis, sustitución renal

 

La hemodiálisis, que es un tratamiento de sustitución de la función renal que consiste en filtrar la sangre de manera periódica, se inicia cuando el proceso de diálisis dejó de funcionar al paciente.

Al respecto, el director de la Unidad Oaxaca de Hemodiálisis, José Francisco Zárate Carballido, explicó que este espacio con 10 años de servicio a personas con insuficiencia renal crónica terminal, es el único certificado por el consejo de salubridad general, con subrogación al IMSS y el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAEO).

Para el director, la insuficiencia renal en la entidad ha llegado a rebasar a muchas enfermedades, como el cáncer, sobre todo por los altos costos que representa.

Explicó que en esta Unidad, casi el 85% de los pacientes tiene como antecedente la diabetes mellitus; el 15% la hipertensión arterial y el resto alguna malformación congénita de los riñones.

Con la subrogación del servicio, esta Unidad da atención a derechohabientes del IMSS y en menor medida al HRAEO de manera gratuita. Mientras que, en otros casos, se ofrece el servicio de manera particular, con un costo de mil 800 a 3 mil pesos la sesión.

 

Con 10 años de servicio, La Unidad Oaxaca de Hemodiálisis es la única certificada por el Consejo de Salubridad

 

Enfermedad cara; hasta un millón de pesos anuales

 

Zárate Carballido señaló que esta enfermedad es una de las más caras que hay para el sector salud y para los pacientes que no tienen seguridad social, porque tan solo el proceso de hemodiálisis puede generar un gasto de casi un millón de pesos al año.

La hemodiálisis es de por vida y cada año se puede gastar 950 mil pesos por paciente, pero muchos no tienen la posibilidad de pagarlo”, resaltó, luego de explicar que los candidatos a este proceso deben ser conectados a una máquina o riñón artificial, el cual extrae la sangre, la pasa por un filtro y la vuelve a ingresar al organismo, con un tiempo de tres a tres horas y media por sesión, tres veces a la semana de por vida.

Este inmueble con 50 máquinas y ubicado a un costado de la Ciudad de las Canteras, de Santa María Ixcotel, atiende a pacientes de las diferentes regiones del estado con un equipo conformado por 35 enfermeras con especialidad en nefrología, seis médicos generales, un nefrólogo, un médico internista, un psicólogo y una médica nutrióloga.

Con tres turnos de lunes a sábado, la Unidad inició funciones hace 10 años con un solo paciente y ahora atiende a 228 del IMSS, 12 del HRAEO y 7 de manera particular y con previa valoración médica.

Zárate Carballido expuso además que la edad promedio de la mayoría de los pacientes está en la etapa productiva, de 35 a 50 años de edad, pero también se tienen personas de 18 años y de 70 años y más.

Esto dijo, porque enfermedades como la diabetes ya no representa la principal enfermedad en adultos sino también en jóvenes. Por tal motivo, urgió la importancia de llevar a cabo acciones de prevención y vida saludable.

 

 

Terrible enfermedad; cambio de vida

 

Casi al mismo tiempo que Primitivo inició con el proceso de hemodiálisis en la Unidad Oaxaca, Filomena decidió hacerse un estudio que dio positivo a la enfermedad.

La mujer originaria de San Isidro Zautla, Etla, se mantiene sentada por horas en la sala de espera de la Unidad, mientras su esposo Primitivo recibe la hemodiálisis que empezó hace seis meses, luego de 25 años de diabetes y poco más de un año con diálisis.

Filomena Castellanos cuenta que su esposo, de 67 años, inició con la diabetes hace poco más de dos décadas, “pero no se cuidó como debía.

Al iniciar el proceso de diálisis, uno de los hijos de Primitivo lo ayudaba cada dos horas al día, empezando a las seis de la mañana y terminando por la noche, cuando contaban con la ayuda de una máquina que les prestaba el IMSS.

Sin embargo, una infección generó que el hombre pasara de la diálisis a la hemodiálisis, por la que acuden tres veces a la semana a la Unidad, cada lunes, miércoles y viernes por la mañana.

Para Filomena, el inicio de la insuficiencia renal en Primitivo no solo le cambió la vida a él sino a toda la familia, porque además de los gastos en traslado de 300 pesos ida y vuelta en viaje especial en taxi foráneo, cambiaron también su alimentación.

Con la pensión de su esposo y el apoyo mensual del Gobierno federal, Primitivo y Filomena pueden hacer frente a los gastos que se presentan en la atención que se necesita, con apoyo también de los hijos y algunos familiares más.

Es una enfermedad terrible. Nos cambia la vida a todos”, señala Filomena, luego de afirmar que si no fuera por la seguridad social que tienen a la fecha, otro destino tendría Primitivo.


aa

 

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