Del 2021 al 2022, la Unidad de la Policía Cibernética de Oaxaca ha atendido 13 denuncias ciudadanas en donde los ciberdelincuentes han tratado de enganchar a niñas, niños y adolescentes en el estado de Oaxaca.
Según datos de las autoridades estatales, los enganchadores utilizan diversos métodos para contactar a las y los menores de edad, desde las redes sociales hasta los videojuegos que se encuentran de moda.
Mauricio Valdés Surio, director de la Unidad de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), señaló que del 2021 al primer semestre de 2022, la institución ha atendido 9 mil 727 denuncias de ciberdelitos destacan los fraudes a través de las aplicaciones, extorsiones hasta cibercriminales que intentan enganchar a niñas, niños y adolescentes.
De estos casos hemos atendido 13 denuncias que tiene que ver con reportes ciudadanos que son conductas que se relacionan con enganchamientos en los sistemas electrónicos, pero a través del seguimiento y asesoría hemos evitado que se lleven a cabo o se concreten estas prácticas”.
Expuso que las víctimas son menores desde los 9 hasta los 16 años de edad, que hacen uso de la tecnología y que los ciberdelincuentes aprovechan para intentar engancharlos, por lo que exhortó a las y los padres de familia a estar atentos de lo que sus hijas e hijos ven en los teléfonos móviles, tabletas o computadoras.
Cabe destacar que uno de estos casos ocurrió en octubre de 2021, cuando tres niños de entre 11 a 14 años de edad fueron enganchados mediante un videojuego conocido como Free Fire, por lo que los delincuentes intentaron llevárselos bajo engaños hacia el norte del país.
Gracias a la pronta reacción de las y los padres de familia, los menores que habían salido del municipio de Tlacolula de Matamoros fueron localizados en Santa Lucía del Camino, sanos y salvos; sin embargo, sus captores pretendían sacarlos de la entidad oaxaqueña, supuestamente para reclutarlos con el crimen organizado.
Para evitar que estos casos continúen en aumento, estamos trabajando con instituciones educativas para informar a las y los niños, así como a los adolescentes sobre estos riesgos”, destacó Valdés Suro.
