Cautivan con color, música y alegría en el desfile de delegaciones

Alegría y tradición volvieron a llenar las calles de la ciudad de Oaxaca con el segundo y último desfile de delegaciones. Rumbo a la octava de los Lunes del Cerro, la tarde y noche de este sábado los representantes de las comunidades que se presentarán en el auditorio Guelaguetza este 1 de agosto compartieron parte de su riqueza cultural. 

La indumentaria tradicional, los bailes y danzas, la emoción por conocer o compartir lo que se tiene se desbordaron en un recorrido de dos horas que fue encabezado por la representante de la Diosa Centéotl, Jacsenic Maybeth Rodas González, originaria de Santo Domingo Tehuantepec. 

Con su cetro elaborado por una familia de artesanos mixtecos, y ataviada con la vestimenta de Tehuantepec, la representante volvió a dar la bienvenida en este segundo desfile. Junto a ella caminaron el gobernador del estado, Alejandro Murat Hinojosa, parte de su gabinete y su esposa, la presidenta honoraria del DIF, Ivette Morán, así como el edil capitalino, Francisco Martínez Neri y su esposa, Bernarda González Rivas.

El ir y venir de turistas por la calle Macedonio Alcalá y sus alrededores era constante desde unas horas antes del desfile. Pero también el de los primeros asistentes que iban apartando sus lugares en calles como el andador turístico. Horas antes en los foros montados por la televisión estatal se afinaban detalles mientras las multitudes pululaban a sus alrededores, desde la expo feria adjunta al ex convento de Santo Domingo hasta la avenida de la Independencia.

“Es un gran orgullo estar representando a las ocho regiones y sobre todo a mi pueblo, Santo Domingo Tehuantepec”, compartía Jacsenic frente a las cámaras. Mientras el gobernador resaltaba la grandeza de las y los oaxaqueños en este último desfile que le tocaba encabezar como autoridad estatal.

El uso de la indumentaria tradicional se vio por doquier y no solo en las delegaciones que pasaron los filtros del Comité de Autenticidad. Se vio en funcionarias y funcionarios estatales y municipales, en turistas nacionales y extranjeros.

El desfile partió de la calzada Porfirio Díaz y transitó por la avenida Benito Juárez para incorporarse a la calle Mariano Abasolo y luego a Macedonio Alcalá (andador turístico). Entre asistentes que colmaron las banquetas de esta vialidad y otros más que buscaron espacios en las terrazas de comercios y galerías, las delegaciones avanzaron rumbo a la avenida de La Independencia, el teatro Macedonio Alcalá y la iglesia de La Merced.

Con banquitos y sillas plegables, además de sombreros, miles buscaban la mejor vista de las delegaciones y sus bandas de música. Y guardaban sus instantáneas o videos y fotografías en sus celulares o los compartían en vivo en redes sociales. 

La delegación de Chinas Oaxaqueñas, como anfitriona de las fiestas de Guelaguetza encabezó este desfile. Con sus marmotas y monos de calenda, incluido uno con la imagen del artista Francisco Toledo, bailaron al ritmo del “Jarabe del Valle”. 

La pirotecnia, en forma de toritos o canastas que dejaron los motivos religiosos para dar paso a escudos u otras figuras, no pudo faltar en el recorrido. De la cabeza de hombres y mujeres parecían emanar destellos y un penetrante olor a pólvora. Tampoco faltaron los faroles ni los gritos que sumaban a los asistentes, principalmente para celebrar al estado con un “¡Viva Oaxaca!”.

Le siguieron, desde San Felipe Usila, danzantes que compartieron su “Jarabe usileño” al tiempo que parte de sus integrantes gollpeb sus machetes en la cantera. Desde Ejutla de Crespo y de Juchitán de Zaragoza se sumaron otras delegaciones que se presentarán en las ediciones matutina y vespertina de este lunes.

La regada de dulces y el ofrecimiento de mezcal a asistentes volvieron a verse en esta fiesta que congregó a miles. 

Con sus sones mazatecos, se presentó la delegación de Huautla de Jiménez, seguida por las chilenas de los representantes de Santiago Pinotepa Nacional.  Otras de las delegaciones que se sumaron a este recorrido de tradición y color fueron la de Huajuapan de León, con su “jarabe mixteco”, además de la de El Espinal y la de Trinidad Zaachila, con su danza de la Pluma. La danza de Los Rubios, de Santiago Juxtlahuaca, así como el baile “Flor de Piña”, de Tuxtepec, se observaron en el desfile previo a la octava. Al que también se sumaron, desde Santiago Llano Grande, con la danza de Los Diablos, y la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, con sus sones y jarabes.