“¡Al agua patos!”, reviven balnearios en Semana Santa
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“¡Al agua patos!”, reviven balnearios en Semana Santa

Servicios de emergencia recomiendan a padres de familia y otros adultos estar al pendiente de los menores de edad para evitar riesgos como ahogamientos 


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Con la temporada de Semana Santa, y a más dos años de pandemia, la actividad en algunos balnearios de la zona conurbada de Oaxaca empieza a retomarse. En otros, donde la poca afluencia caracterizó su reapertura en la nueva normalidad, los encargados veían en este 2022 la esperanza de un repunte. Aun con la confianza por la vacunación contra coronavirus y el descenso de casos, las medidas sanitarias, el uso de cubrebocas y la toma de temperatura eran parte del protocolo y el temor que una vez dentro de las albercas se olvidaban.

Este sábado varias familias, parejas y grupos de amigos arribaron a los balnearios del valle eteco. Desde temprana hora, incluso minutos antes de la apertura, aguardaban en los estacionamientos y accesos. 

Los inflables en mano, sombreros, lentes de sol o ya con parte de los trajes de baño, esperaban disfrutar del fin de semana, de las vacaciones o de un día libre tras una semana de trabajo. En la recta final de las festividades religiosas, muchos asistentes cumplían con la costumbre familiar de refrescarse en el Sábado de Gloria. Otros más pasaban por los balnearios casi para cumplir con la agenda de viaje.

En San Agustín Etla, “El paraíso de Adán” es uno de los balnearios que luego de más de dos años de cierre reabrió en marzo pasado. Por Semana Santa, sus albercas lucían ya con gran aforo de usuarios de todas edades.

Octavio Peralta Mijangos, encargado, refirió que además de las medidas sanitarias ante la covid-19 se buscan mantener un ambiente familiar y con atención de personal de enfermería ante algún accidente. Como esto, el aforo máximo se ha reducido hasta el 70 por ciento del que solían tener antes de la pandemia.

Junto a la carretera federal 190, en jurisdicción de San Sebastián, decenas de oaxaqueños y visitantes nacionales descendían de sus autos para entrar a uno de los balnearios que ha resistido a la crisis por la pandemia. Aunque por la vía hay otros establecimientos, de ellos solo quedan las albercas secas y los toboganes corroídos por las inclemencias del tiempo.

“Hay bastante gente”, pero por la pandemia la afluencia sigue siendo menor, contaba Carolina, empleada en uno de Las brisas. El balneario cerró varios meses en 2020, a raíz de la pandemia. Y aunque en 2021 operaba en la nueva normalidad, cerró varios días de la Semana Santa de aquel año. Ahora, con sus medidas sanitarias y otras para este tipo de establecimientos, tenía como aforo máximo el 50 por ciento.

A las afueras del establecimiento, una ambulancia permanecía para atender las emergencias que se presentaran. Ricardo Díaz, paramédico de ambulancias Tums, contó a EL IMPARCIAL, El Mejor Diario de Oaxaca, que “por políticas, donde hay una aglomeración de personas siempre tiene que haber una ambulancia”, a fin de prevenir o atender accidentes.

“En Semana Santa, cuando hay un mayor número de visitantes en este balneario,  no está por demás la prevención. En lo que llega una ambulancia, que por lo regular viene de la ciudad de Oaxaca, el tiempo es muy amplio para brindarle o que quede sin secuelas alguna persona que lo requiera”, explicó.

En los balnearios o albercas para el uso público, el principal y más común riesgo es “el ahogamiento por sumersión en agua”. El paramédico refiere que esto ocurre muchas veces en menores de edad, quienes suelen desconocer los peligros, la profundidad de las albercas o no saben nadar. Pero también puede darse en otras personas y por algún calambre.

Ante ello recomienda a los adultos vigilar a los menores de edad, que son los que desconocen los peligros, identificar qué partes son las más hondas o las preferidas y aptas para los niños.


aa

 

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