Resultados del estudio denominado índice de Progreso de Desarrollo Social (IPS), basado en un rango de indicadores sociales y ambientales que capturan tres dimensiones del progreso social como son las Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades, consideran al estado de Oaxaca como uno de los más rezagados en estos rubros.
El colectivo México, ¿cómo vamos?, dio a conocer que en 2020, el puntaje del IPS se estimó en 63.2, siendo el tercer mejor año desde que se tiene registro, sin embargo, significa un retroceso de 0.2 puntos en comparación con 2019.
Las cinco entidades con mejor desempeño son: Nuevo León, Querétaro, Aguascalientes, Ciudad de México y Yucatán. Por otra parte, las cinco entidades con peor desempeño son: Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Guerrero, estas tres últimas han sido las de desempeño más bajo desde que se tiene registro.
Entre 2019 y 2020, 21 entidades sufrieron disminuciones en su IPS. Las entidades que presentaron una mejora en su puntaje (salvo Colima, Durango y Querétaro) lo hicieron en menos de un punto.
En el mismo periodo, las cinco entidades cuyos puntajes sufrieron disminuciones más altas fueron: Ciudad de México, Oaxaca, San Luís Potosí, Estado de México y Zacatecas, con pérdidas cercanas o superiores a dos puntos. Destaca la pérdida de 3.18 puntos de la Ciudad de México
En el 2015, Oaxaca alcanzó 51.7 % de puntuación, en el 2016 50.8 %, en el 2017 51.7 %, en el 2018 53 %, en el 2019 53.5 % y en el 2020 51 %. La dimensión más rezagada en la entidad fue en las necesidades básicas humanas, pues en el 2019 era de 58.5 % y en el 2020 apenas disminuyó hasta un 52.2 %.
Añade que la pandemia fue un factor que afecto la pobreza laboral en estas entidades rezagadas, ya que la incertidumbre, los periodos de confinamiento, las segundas y terceras olas, y la espera por la tan ansiada vacuna fueron algunos de los ingredientes de la receta para una de las más grandes crisis económicas y sociales de las que se tiene registro. Esta crisis afectó principalmente al sector de los servicios, cuyo nivel de empleo formal todavía dista sustancialmente del nivel prepandemia.