Ambulantes, potencial foco de infección; incumplen el protocolo sanitario
Expenden comida, sin ofrecer gel antibacterial, sanitizar las mesas o brindar agua y jabón a los comensales
Vendedores informales que venden comida en calles como Colón, Bustamante y Miguel Cabrera aprovechan la ausencia de inspectores para incumplir con los protocolos sanitarios, pese a poner en riesgo a sus clientes.
Y es que los comerciantes que fueron retirados del zócalo, Alameda y Andador Turístico, se apoderaron de las vías de comunicación aledañas para poder efectuar su vendimia.
Aunque a través de los carteles multicolores que han colocado en la parte frontal de sus puestos, solicitan diálogo al presidente municipal Oswaldo García y respeto a su trabajo, ellos incumplen con la normativa sanitaria.
Por ejemplo: en los puestos de tacos ubicados sobre la calle de Bustamante esquina Colón y que obstruye el tránsito de unidades de motor, se carece de gel antibacterial y sanitizante.
Ahí los comensales degustan sus alimentos en mesas en donde no se han reservado espacios para guardar la sana distancia, quedando expuestos a contagios de Covid-19, en un momento en el que la capital del estado se ubica en semáforo epidemiológico rojo.
De igual forma, los clientes de la taquería informal deben lidiar con los aromas que salen de un negocio ubicado a escasos tres metros y que funciona como sanitarios públicos.
Una cuadra más adelante sobre la segunda calle de Flores Magón, otros comerciantes de comida venden sus productos alimenticios sin ofrecer a sus clientes sanitizante o simplemente agua y jabón.
La misma postal se repite en los negocios ambulantes en la calle de Miguel Cabrera y Las Casas, aquí ni quien vende los deliciosos chapulines o bien las empanadas de Ocotlán tienen higiene.
Los alimentos son despachados con la mano sin guante de por medio y tampoco se tiene gel antibacterial o jabón líquido para lavarse las manos, ninguna de las vendedoras respeta el lineamiento sanitario.
Pese a la nula vigilancia de inspectores municipales, los comerciantes de antojitos o tacos venden en la vía pública sin respetar los protocolos sanitarios, cuyos clientes en su mayoría son oaxaqueños.
