Los muros levantados con ladrillo rojo para albergar al hospital de Santiago Huajolotitlán hoy son un lienzo de grafitis y el nuevo hogar de especies de la región como huajes, espinos, venenillo, entre otras plantas cuya altura rebasa a las paredes.
Tras la promesa incumplida de su construcción, el predio en el que sería edificado el nosocomio volverá a ser comunal, ya que “el comisariado fue quien lo donó para éste y ningún otro fin”.
Desde hace 15 años se prometió levantar este centro hospitalario ubicado en la salida a Tehuacán, Puebla; “en ese entonces se inauguraron los trabajos de construcción, colocaron la primera piedra, se levantaron unos castillitos, muros y hasta ahí quedó”, compartieron habitantes.
Hay un acuerdo firmado en el que se estableció que, si no se construía el hospital, ese terreno sería devuelto al comisariado de bienes comunales.
Ya los habitantes habían perdido las esperanzas de contar con este hospital y la Secretaría de Bienestar en el Estado de Oaxaca (SEBIEN) lo confirmó recientemente: no será concluido.
“Lo próximo a hacer es elaborar los documentos en los que se determine que este terreno retorna a ser propiedad comunal; ninguna autoridad, funcionario, ni presidencia, entidad o dependencia podrá disponer de él ni intervenir”, informaron ciudadanos.
EL TERRENO ES NUESTRO
Por la pandemia generada por el Covid-19 no se han reunido los comuneros y avecindados para realizar estos trámites, pues son alrededor de 600 a 800 personas las involucradas.
Sin embargo, informaron que, con pandemia o sin pandemia, “el comisariado recupera ese predio y sólo van a llamarnos para informarnos del estado del mismo”.
También explicaron que urge realizar esta acción porque tuvieron conocimiento de que un funcionario público se encuentra vendiendo predios en dicha zona.
“No tiene ningún derecho porque no son terrenos suyos, ni del ayuntamiento, así que, si ya están pagados va a tener que devolver el dinero o deberá resolver el asunto el ayuntamiento con los compradores, pues no sabemos ni quiénes compraro, pero no son del pueblo”, detallaron vecinos del lugar.
SALUD, UNA INCERTIDUMBRE
Habitantes de Huajolotitlán admiten que el problema de que no se construya el hospital va más allá de un robo de las autoridades o instancias de aquel entonces, pues tendría una inversión de 28 millones de pesos.
“El problema más fuerte radica en que, ante cualquier urgencia médica, debemos acudir a Huajuapan de León, que no está lejos, a 15 minutos de la cabecera, sin contar el tiempo de las comunidades hasta allá; sin embargo, ahí se deben atender a muchas otras poblaciones, además de los habitantes del propio Huajuapan”, señalaron.
De acuerdo a los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), el hospital general Pilar Sánchez Villavicencio, de 30 camas ubicado en Huajuapan, atiende directamente a una población de 90 mil habitantes y a vecinos de 54 comunidades más, por lo que tiene un área de influencia de 198 mil habitantes en total.
Su capacidad ha sido rebasada desde hace muchos años, pero el hospital de 60 camas que se iba a construir, quedó en cinco ceremonias para colocar primeras piedras, y nada más.
Hay habitantes de Huajolotitlán que están asegurados y pueden acudir a la clínica hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 18 de Huajuapan.
“Si eres asegurado o de Bienestar, puedes ir ahí, pero esto último no te permite atención de un traumatismo o un traslado a Oaxaca o a Puebla, nada de eso, sólo una cesárea, una operación de apéndice o vesícula, cosas así”, informó otra vecina.
En casos extremos, habitantes de Huajolotitlán deben acudir a una clínica privada, hay quienes reportan que han gastado 15 mil pesos por un día, 200 mil pesos en situaciones complicadas que requirieron varios días de tratamiento, estudios, medicamentos, “pero no todos pueden pagar una cifra así”.
“Se han registrado incluso muertes maternas en los ranchos, porque se presentan complicaciones y las pacientes no llegan a los hospitales; recientemente a dos jóvenes los alcanzó un rayo y uno de ellos murió; el año pasado murió un joven, se había dicho que por dengue hemorrágico”, expusieron.
LA ANTIGUA CLÍNICA
Huajolotitlán cuenta con una clínica con un médico pasante y una enfermera para atender a la cabecera y sus agencias: El Huamúchil, Palo Flor, San Francisco El Chico, Guadalupe de Cárdenas, El Espinal, La Luz Nagore, El Ejido, San Francisco El Grande, El Zapote y San José.
Ahí se brinda servicio de lunes a viernes en un horario de 8:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00 horas, a excepción de un día de la semana, cuando hacen “comunidad”, es decir, el personal al frente se encarga de acudir a las comunidades a levantar censos o vacunar.
Los pobladores expresaron que los integrantes del personal del nosocomio deberían vivir en el municipio ya que no hay quien atienda alguna urgencia por las noches o el fin de semana, pero ninguno de los dos reside ahí, “el posible que se registre desde un piquete de alacrán, accidente u otra emergencia sin que nadie pueda atender”.
“La clínica carece de los recursos necesarios, no hay insulina a pesar de que en Huajolotitlán es elevada la incidencia de diabetes, incluso juvenil”, reportaron.
Además, se carece de un médico particular; “hay un señor que es esposo de una doctora de Huajuapan y a veces atiende, pero no es médico, honestamente”.
Consideran que esta situación ha empeorado con el Covid-19; pues no le da seguimiento a alguna enfermedad crónico degenerativa y eso produce mayor vulnerabilidad.
“Tenemos que reconocer que aquí hay gente que no se quiere vacunar porque tienen usos y costumbres, los jóvenes afrontan otro problema, porque tal vez fuman y beben alcohol porque no hay en qué se distraigan, no hay espacios para bicicletas o juegos dignos, los artefactos que están frente a la iglesia tienen 40 años y están todos oxidados”, destacaron.
También compartieron: “para colmo, hay personas que están participando en este momento en la fiesta de Santiago Apóstol, que se celebraron desde el 25 de julio, el 26 será la de Santiago Caballerito, hubo calenda, una carpa con grupos en vivo, procesiones, hay mucho qué hacer, pero entre nosotros nos estamos poniendo en riesgo”, alertó otra persona.
Todos, para evitar problemas con sus vecinos, prefirieron declarar en el anonimato: “La verdad tenemos un problema porque aquí por cualquier cosa ya quieren cerrar el palacio, afectando no al gobierno en turno, sino a toda la población”.