Los retos del “Profe Teo”: Covid-19 y la tecnología
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Los retos del “Profe Teo”: Covid-19 y la tecnología

Maestro, consejero, educador y orientador de más de 500 alumnas y alumnos que han recibido sus lecciones, el maestro Teodoro Ramírez Quero ya anhela impartir clases de manera presencial


Los retos del “Profe Teo”: Covid-19 y la tecnología | El Imparcial de Oaxaca

Con una bolsa de historias colgada al hombro, Teodoro Ramírez Quero colma sus ojos con nostalgia y recuerdo al realizar un pase de lista mental de más de 500 niños y niñas que ha educado en su trayecto en la docencia. 

El profesor “Teo”, como lo conocen sus allegados, recién cumplió los 50 años. 

De cabello cano y tez morena, el docente de la escuela primaria “España”, ubicada en la zona norte de la ciudad de Oaxaca, espera con emoción retornar y conocer a los alumnos de su clase de manera presencial, como si fuera su primer día. 

Su trayectoria está avalada por 23 años de arduo trabajo; recuerda cómo inició en una escuela de San Dionisio Ocotepec, en la región de Valles Centrales; ahí comenzó cubriendo una jubilación en el segundo grado de primaria, un grupo que calificó de complicado, si no se cuentan con la experiencia y práctica que dan los años de servicio. 

Aunque para el profesor cada día aprende a mejorar en la pedagogía y la forma de enseñar en la atención a quienes tiene bajo su tutela en el aula; los retos no cesan y ahora el desafío fue la incursión tecnológica a causa de la pandemia por el Covid-19. 

Al igual que “Teo”, la mayoría de las y los docentes son entregados a su función y dejan gratos recuerdos entre quienes educan. 

Hoy, 15 de mayo, en México se conmemora el Día de las y los Maestros, con el que se reconoce la noble labor y entrega de los verdaderos profesores.

De acuerdo con los datos de la Dirección General de Planeación, Programación y Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) correspondientes al ciclo escolar 2018-2019, en Oaxaca hay 72 mil 952 personas en la docencia, de las cuales, casi el 74 % está en el nivel básico, tanto en el área pública como privada. 

CON LA DOCENCIA EN LAS VENAS

“La docencia la aprendí porque mis padres fueron docentes, y de ahí tomé este gusto por seguir en el sector educativo, de enseñar a los niños y seguirle a esto”, dijo Ramírez Quero al relatar su historia en esta profesión. 

En el nivel de primaria, el profesorado lo integran 7 mil 694 hombres y mujeres, siendo la educación inicial con el menor número, al contabilizar 339 profesores  y 10 mil 716 atendiendo a preescolares. 

Teodoro Ramírez Quero reconoció que después del 2006 el festejo de los padres y madres de familia para sus maestros y maestras ha ido cambiando, producto de lo que se vivió hace casi 15 años con la revuelta magisterial. 

Y es que antes, la figura de este sector era muy apreciada en las comunidades, donde le consideraban para las actividades sociales, deportivas y hasta en las fiestas patronales. 

En cada comunidad en la que impartió conocimientos, Ramírez Quero recuerda que dejó huellas entre las familias. “Me llena el alma que jóvenes y personas adultas me saludan con mucho cariño, al encontrarme en la calle, porque eso quiere decir que hice las cosas bien”, asentó. 

La tecnología, un reto para el profe “Teo”

El profe Teo confirmó la teoría de que durante la pandemia del Covid-19, la propia enseñanza vino a revolucionarse, y debió entrarle, dentro de sus posibilidades y con lo que tenía a su alcance a impartir clases a distancia y con el uso de las plataformas como meet, zoom, entre otras. 

Para esto recibió algunas capacitaciones por parte de las autoridades, pero también  los profesores han buscado la forma de aprender a usar las plataformas y aplicaciones. 

En este contexto, el WhatsApp se ha convertido en la principal herramienta y la vía de comunicación entre padres y madres de familia, así como con estudiantes. 

“La lap que tenía ya no era funcional y debí comprar otra computadora; no se trata de un gasto de 5 o 6 mil pesos, está más cara y se tiene que desembolsar el dinero aunque no lo tenía preparado, pero era para el trabajo”, externó. 

Con formación en la Universidad Pedagógica Nacional, Ramírez Quero se consideró de la vieja guardia, está en el grupo de quienes estuvieron en la frontera de la transición del modo de enseñanza y de la incursión de los Derechos Humanos. 

“Todo el cambio llegó de golpe, lo drástico, de venir a escribir desde la máquina a utilizar programas computacionales y ni bien estás aprendiendo a utilizarlo bien, y ya viene otro para sustituirlo”, indicó. 

Como el profesor, el personal docente gastó para equiparse con tecnología e impartir clases a distancia, de manera virtual y con ello, obligado a invertir recursos en el uso de internet, así como en su equipo de cómputo. 

El docente atiende a su grupo de tercer grado en clases virtuales, imparte sus conocimientos en dos bloques, por la mañana y por la tarde, a fin de brindar mayores facilidades a padres y madres de familia para que puedan conectarse con sus hijos e hijas. 

“No me pesa, a veces sí tengo un compromiso y hablo con los alumnos para que puedan conectarse más tarde o ajustar el horario”, comentó.

La lección que dejó el Covid-19

El maestro que por 10 años laboró en un plantel del Ejido Guadalupe Victoria, pasó un proceso complicado por el contagio del SARS-CoV-2 a inicios de este 2021. 

Su desesperación vino cuando se enteró del resultado positivo y la idea de que no atendería su clase por algunos días, porque la cura de muchos males que enfrentó son las actividades que puede desarrollar con el alumnado. 

“Tenía insistencia de regresar a la brevedad para trabajar con ellos porque se trata de un soporte para estar ocupado e idear muchas cosas. Desafortunadamente, la enfermedad te cansa mucho y no la ansiedad, así como la dificultad para respirar hacía imposible seguir atendiendo”, comentó. 

A sus padres y madres de familia, solía ofrecerles disculpas por no atender a los niños y niñas, y se sintió satisfecho por haber recibido el respaldo en todos lados para pasar el proceso. 

Ahora, el profesor “Teo” tiene muchas ganas de conocer a su alumnado, a quienes no ha visto de manera presencial, porque recibió el grupo en el ciclo escolar 2020-2021, en medio de la pandemia por Covid-19 

 


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