Durante 2020 se cometieron en el país un total de 36 mil 579 homicidios dolosos, únicamente 82 menos que el año anterior, cuando se reportaron 36 mil 661, de acuerdo con cifras reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Pese a que fue un año afectado por la pandemia de covid-19, la tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes se mantuvo en 29 casos, similar a la de los años 2019 y 2018.
Por estados, Guanajuato ocupó el primer lugar en las cifras de homicidios totales en 2020, con 5 mil 373 casos, seguido de Chihuahua, con 3 mil 467; el Estado de México, con 3 mil 89; Baja California, con 2 mil 964; Michoacán, con 2 mil 400, y Jalisco, con 2 mil 241.
En el listado de entidades con más de mil homicidios dolosos durante el año pasado están Sonora, con mil 583; Guerrero, con mil 508; la Ciudad de México, con mil 339; Zacatecas, con mil 244; Veracruz, con mil 179, y Puebla, con mil 31.
ESTADOS CON MENOS CASOS
Las entidades que registraron menos homicidios intencionales el año pasado fueron Yucatán, con 72 casos; Campeche, con 76; Baja California Sur, con 78; Aguascalientes, con 93, y Tlaxcala con 154 casos.
En la tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes es Colima el primer lugar con 95 casos en 2020, seguido de Chihuahua, con 92; Guanajuato, con 87; Baja California, con 78, y Zacatecas, con 76 asesinatos.
De acuerdo con el informe del Inegi, correspondiente a homicidios dolosos del año pasado, de las 36 mil 579 víctimas, 32 mil 147 fueron hombres, 3 mil 962 fueron mujeres y en 480 no se especificó el sexo.
Del total de víctimas, en 25 mil 178 casos se especificó que la causa de muerte fue una agresión con disparo de arma de fuego, de las cuales 22 mil 779 fueron hombres, 2 mil 284 fueron mujeres y en 115 casos no se determinó el sexo.
La segunda causa de muerte fue la agresión con un objeto cortante, con 3 mil 645 casos, de los cuales 3 mil 151 correspondieron a hombres, 472 a mujeres y en 22 casos no se especificó el sexo.
En 3 mil 767 casos no se determinaron el tipo de agresión para asesinar la víctima; en 256 casos la agresión fue con humo, fuego y llamas; en 253 casos se usó un objeto romo o sin filo, en 225 casos se usó un arma corta y en 115 casos se usó la fuerza corporal.
