Obras de retención de agua y lluvia, aprovechamiento del 40 por ciento del campo agrícola, propuesta para incentivar la agricultura que está abandonada, resultado que ha dejado la migración y la falta de tecnificación.
Las autoridades municipales, locales, estatal y federal, necesitan crear políticas públicas para que en sus poblaciones se creen las siembras del maíz, pero para que estas producciones sean realidad se necesita la captación de las aguas de las lluvias; además, la creación de zanjas bordos para capturar el deslave de las tierras, dio a conocer Raúl Nieto Ángel, investigador y catedrático de la Universidad Autónoma de Chapingo.
Algunas lluvias ya han llegado a la región Mixteca, pero es necesario su almacenamiento, de entrada a todos los campesinos hombres y mujeres se les debe dotar de tinacos de 10 mil litros a través de un programa federal, con el cual captarían el agua que cae del cielo, con el fin de abastecerse en tiempos de sequía.
Para los campesinos en general se necesitan de manera urgente orientación para crear los abonos orgánicos a través de las ramas secas, hojarascas, arbustos y otros elementos de la naturaleza, los que no se deben quemar como mucha gente hace, esto generaría menos incendios forestales y la creación de más productos del campo sin químicos.
El doctor Raúl Nieto Ángel subrayó que está es una orientación que se le ha dado a los diputados mediante una conferencia con el fin de que ellos hagan conciencia que el campo es un sector base de alimentación de muchas familias que viven en poblaciones rurales e indígenas y que es necesaria una inversión contundente para crear ollas captadoras de lluvias y la agricultura bajo protección como alternativa para lograr el abastecimiento de la alimentación.
“Ya no debemos ser consumidores de los productos que vienen de los Estados Unidos, debemos dejar de comprar ese 60 por ciento de los productos del campo que viene del país vecino, por lo que se plantea que los gobiernos local, municipal y estatal deben crear una política de atención y de inversión haciendo uso de las tecnologías y de los ingenieros agrónomos que a la fecha andan sin empleos”.
Se tiene el deber también por parte de la ciudadanía de emprender proyectos para incentivar la agricultura, ya que el estado de Oaxaca importa el 80 por ciento de los productos que vienen del campo, lo que quiere decir es que ya debemos generar nuestras propias iniciativas mediante la capacitación, acompañamiento y emprendimiento de proyectos de agricultura.
Subrayó que San Miguel Tulancingo, que en el pasado era una comunidad considerada de alta marginación, ahora se ha convertido en un pueblo empresa, donde no sólo ha mejorado sus condiciones de vida, sino que ha generado empleos, considerando así que este modelo debe replicarse en otras comunidades de la región.
Para esta nueva transformación, el campo debe ser un camino, ese abandono por parte de las instituciones, deben enfocarse nuevas políticas, retomar aquellas herramientas de las que hacían uso nuestros ancestros, las que han sido muy serviciales, como las trincheras naturales y de captación de las aguas de las lluvias.
