Distintos sectores de la población han observado cómo familias completas de migrantes caminan por la orilla de la carretera federal 135 pasando por el municipio de Cuicatlán, en muchos casos caminan con la esperanza de que alguna unidad de motor del servicio público, ya sea taxi, camioneta de pasaje y carga, urban o un vehículo particular, los pueda llevar a Teotitlán de Flores Magón legando así a los límites con Tehuacán.
En este lapso de tiempo son muchos los kilómetros que recorren y el peligro es constante de poder sufrir infinidad de peligros y abusos. El cobro por pasaje se incrementa para ellos y muchas veces los vence el cansancio y duermen en el auditorio municipal, pues cualquier lugar es bueno para descansar y recuperar fuerzas.
Son pocas las personas que se compadecen de estos peregrinos y les regalan alimentos, calzado, ropa o dinero, una de estas es el señor Marcelo Aldaco Pérez, de oficio carnicero, quien dice que “son muchas las personas que salen de su país al vivir una situación difícil de inseguridad, falta de oportunidades, violencia y en mi caso muy personal siempre trato de ayudarlos, todos ellos están en busca del sueño americano”.
Otras personas más señalan que en todo este trayecto, desde San Francisco Telixtlahuaca, San Juan Bautista Cuicatlán, Teotitlán de Flores Magón y Huautla de Jiménez, el paso de emigrantes es permanente.
Tristemente no existe un refugio o casa del migrante en toda esta zona, se dice mucho por parte de funcionarios federales o estatales, y es muy bonito salir a cada rato vía redes sociales, pero todo eso no va a cambiar esta situación. Señores, pónganse a trabajar y den resultados, no esperan a que ocurra una tragedia con los migrantes para entonces sí diseñar una estrategia que proteger a todas estas personas”, recalcaron los denunciantes.
