Los Carnavales son una fiesta para la madre tierra, la fertilidad, el maíz y los elementos, es la fiesta de la carne para varios pueblos indígenas.
En Chalcatongo de Hidalgo, Itundujia y Ocotepec este martes la fiesta de su Carnaval para los antiguos pobladores es una ofrenda a la madre tierra para agradecer las cosechas y pedir por un año más de lluvia.
Ignacio Manuel Méndez, de Ocotepec, dijo que esta fiesta busca despertar a la madre tierra y agradecer por un año de fiestas.
Dijo que la cosecha depende de la ofrenda o la fiesta, la cual despierta o hacer vibrar el sueño con el sonar de los cascabeles y la alegría de la gente.
Es una oportunidad de gratitud, de fiesta y de celebrar la fertilidad y la comida que nos ofrenda la tierra y las bondades para las familias”, destacó.
En Santo Tomás Ocotepec, los más de 5 mil charros hacen sonar sus cascabeles que dan gracias y piden por un año más de bendiciones.
En Silacayoapan la fiesta es a lo grande y todo el pueblo participa en esta fiesta colorida de máscaras y mucho ambiente.
En Guerrero Itundujia, Chalcantongo, Yosondua y Teposcolula la fiesta la hacen las familias quienes salen al ritmo de la música y el misticismo de los pueblos.
En Tlaxiaco y Putla la fiesta reúne miles de disfraces en un día de fiesta y baile. En dichos poblados la magnitud, tradiciones y el espectáculo atraen a turistas en esta fiesta de la carne vivida desde el sincretismo de la región Mixteca.
Finalmente, este martes de Carnaval es el fin de esta fiesta donde se corona al rey feo y su reina, se da paso a la Semana Santa y las fiestas litúrgicas, como lo marcan las tradiciones en esta parte de la Mixteca.
