Celebra obispo de Huajuapan bodas de plata sacerdotales
Dijo que su sentir fue de gozo, alegría y también de tristeza por el atentado que sufrieron dos mujeres agentes de pastoral
En el marco de las bodas de plata sacerdotales y el segundo aniversario de ordenación episcopal de monseñor Miguel Ángel Castro Muñoz, dijo que su sentir fue de gozo, alegría y también de tristeza por el atentado que sufrieron y por el cual murieron dos mujeres agentes de pastoral de la parroquia de San Juan Copala, en la zona triqui.
Dijo que Gertrudis y Gliserina salieron de Tierra Blanca para participar en este acto, sin embargo, ya no pudieron llegar, “a diario escuchamos noticias de dolor y sufrimiento de las familias, de toda la iglesia en México, como cada tercer domingo de mes se orará por las víctimas de la violencia y por todas las personas desaparecidas”.
Expuso que este lunes 19 de junio a las tres de la tarde se tocarán las campanas de los templos parroquiales de esta ciudad como un signo del dolor, “y sobre todo de nuestra fe y confianza en Dios para ser hombres y mujeres de esperanza a través de la oración y al servicio suyo con la predicación”.
En este contexto, dijo que la sociedad mixteca merece hombres y mujeres de esperanza en este tiempo de conflictos.
Indicó que la sociedad no solo debe lamentar y señalar lo que está mal, se debe cuestionar qué han dejado de hacer, “yo quiero reconocer que el trabajo pastoral en la zona triqui es de años atrás, ahora sostenido por el padre Lázaro, es permanente, han hecho campañas de oración por la paz”.
Castro Muñoz refirió que la palabra y el evangelio es para todos, “me duele más porque el año pasado platicando con Gertrudis y Gliserina me manifestaban su preocupación por la violencia y no me pedían nada, solo que orara por ellas”.
Finalmente comentó que la iglesia se debe cuestionar qué pide Dios ante esta realidad y aunque la seguridad pública le compete a la autoridad civil, “no somos ingenuos, sabemos que puede haber filtración del crimen en las estructuras políticas hay corrupción, pero no podemos solo señalar y criticar, lo que nos corresponde es orar, pedir por ellas porque está en riesgo su integridad, la criminalidad es un fenómeno complejo que nadie lo pude contrarrestar de manera individual”.
