Recientemente se realizó un baile en cierta agencia municipal de Huautla, y en dicha fiesta una orquesta típica ejecutó los Sones Mazatecos, sin embargo, al momento de escuchar la melodía los jóvenes no bailaron la pieza como tradicionalmente se acostumbra: los hombres con las manos cruzadas atrás de la cintura y las mujeres agarrándose los lados laterales del vestido o el pantalón mirando al suelo, sino que lo hicieron a manera de cumbia.
A través de un video compartido por redes sociales a la corresponsalía, el ciudadano Florencio Martínez expresó que “se vio muy mal esa actitud” de los participantes porque es un atentado contra la cultura de la etnia mazateca el gesto de bailar pegados o darse vueltas con la Flor de Naranjo, lo cual para algunos fue causa de risa, pero para la mayoría fue denigrante para el legado que heredaron los ancestros mazatecos.
Florencio Martínez subrayó que esa melodía de amor genuino es el símbolo de los mazatecos en la capital oaxaqueña durante los dos lunes del cerro de la Guelaguetza oficial; encierra desde hace más de cien años el misticismo y sabiduría de los mazatecos, por lo que las autoridades municipales u otro sector influyente deberían de condenar este acto “impuro” que habla mal de los bailarines.