Zahuatlán: mano de obra barata nutre a la pobreza
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Especiales

Zahuatlán: mano de obra barata nutre a la pobreza

Rincón mixteco olvidado hasta por el Covid; para trasladarse a Huajuapan, 120 pesos viaje redondo, la mitad de lo que se gana cosiendo en una semana


Zahuatlán: mano de obra  barata nutre a la pobreza | El Imparcial de Oaxaca

“Tengo miedo de irme para el otro lado, como mis paisanos, porque sólo esto es lo que sé hacer”, comparte Victoria Alvarado Díaz mientras cose un balón de futbol, trabajo por el que ganará 250 pesos esta semana.

Vive en San Simón Zahuatlán, municipio de la Mixteca oaxaqueña considerado el de mayor pobreza en el país, según las cifras publicadas a mitad de la semana pasada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) 2020.

Tiene 13 años cosiendo balones y la actividad con la que se gana la vida la realiza gracias a la enseñanza de su madre.

Victoria alterna su actividad con preparar la comida, el aseo de su casa, lavar la ropa y tratar de descansar un poco porque, acepta, es tedioso y demandante el coser balones a mano; afecta la espalda, la vista y sus ágiles dedos, los cuales protege con el material con el que están hechos los balones.

La mujer explica a EL IMPARCIAL, El Mejor Diario de Oaxaca, que le pagan 10 pesos por cada balón regular en los que tiene que unir 14 piezas; 14 pesos por aquel en el que hay que unir piezas pequeñas y 20 por los manufacturados con piezas más chicas. En una semana, como la presente, termina 5 balones de 20 pesos y 10 de 10 pesos, por lo que el sábado próximo recibirá 250 pesos.

La dinámica es la siguiente: Una empresa de la Ciudad de México acude a Huajuapan de León y deja a las personas de Zahuatlán los balones que deben coser en una semana; al retornar se lleva los terminados, los paga y deja la siguiente tanda.

“De mi familia, mi mamá, mi cuñada y yo cosemos los balones, porque es lo que sabemos hacer y eso nos ayuda para comprar el frijol, poquito chile, unas cebollas, tomate, huevos, las tortillas, el refresco para comer con mis hijos”, compartió.

SOMBREROS, OTRA OPCIÓN

La madre de Victoria, además de coser balones, teje sombreros de palma que le pagan a 6 pesos la pieza, o hasta 12 pesos cada uno, dependiendo del cliente y si la suerte le acompaña. Para que le sea redituable, espera un mes para viajar a Huajuapan a venderlos todos juntos.

Acepta que es poco dinero, pero es un ingreso seguro y con el que puede ir generando desde su hogar en el que acomodan, bajo la sombra de un árbol de granada, una silla pequeña de madera junto a la que está su hilo, su aguja, la cámara que le va a poner a cada balón y las piezas que debe unir.

Su hijo mayor acaba de cumplir 17 años, concluyó sus estudios en la telesecundaria y ya debe trabajar a causa de la falta de recursos para continuar sus estudios.

“No cuento con dinero para que continúe la escuela, es la verdad, no hay recursos para salir a otra ciudad y estudiar”, dijo, por eso ya le enseñó a coser balones y, el menor de 14 años ya está aprendiendo, es una  historia interminable, el ciclo de la pobreza.

“Hay mucha gente de mi pueblo en la ciudad de México, pero yo no me voy porque tengo miedo, mi madre me enseñó esto, mis hijos ya saben y pues así vamos a seguir porque es lo que sabemos hacer. Me da miedo ir a otra ciudad”, compartió en un castellano que, si fuera Mixteco, le habría hecho sentir mucho más cómoda pues es la lengua que habla a la perfección.

 

RIQUEZA CULTURAL, POBREZA EN SERVICIOS E INGRESOS

San Simón Zahuatlán significa “entre los sarnosos”, pues proviene de “Zahutl” que significa “sarna” y “Tlan”, que se refiere a “junto a” o “entre”. “Planta que jala agua”, es como también se le conoce.

Este poblado enclavado en la Mixteca oaxaqueña cuenta con una riqueza enorme, y esa es que prácticamente toda su población habla la lengua Mixteca, alrededor del 70 por ciento habla también el castellano. Por ello es que cuentan con escuelas bilingües.

Cada uno de los 13 barrios que conforman la población cuenta con un kínder y primaria, en el centro también hay telesecundaria y bachillerato.

Si alguien desea estudiar la universidad debe ir hasta Huajuapan, pero las condiciones económicas lo impiden, la mayoría se va a trabajar, por eso no hay profesionistas.

“Aquí no hay un niño que salga de maestro, doctor o algo, los chamacos ya saben que se van, pero a buscar su trabajo”, informó Félix Pablo de Jesús Martínez, síndico municipal de San Simón Zahuatlán.

Compartió que su comunidad afronta fuertes retos y problemas en temporada de sequía. Requieren de bombas para subir el agua y distribuirla en los barrios, los cuales, al igual que el centro, se encuentran en la parte alta de los montes.

“Tenemos un río, pero queda muy lejos, cuesta un chingo para subir el agua”, confiesa el síndico.

“Cada barrio quiere su agua, pero con la que contamos en marzo y abril no alcanza porque sólo tenemos tres cajas de agua, una que está por el río, de ahí se bombea hasta San Miguel y viaja hasta el centro; desde aquí se reparte a todo el pueblo por gravedad”.

Destacó que son muchas las necesidades a cubrir para la población y sus 13 barrios y no hay recurso que alcance.

“Vienen a pedir apoyo y debemos lidiar con lo que podemos, quisiéramos darles más, pero no hay recursos, todo mi pueblo está muy marginado. Los pobladores carecen de qué hacer, algunos cosen balones, otros tejen sombreros y algunos más se dedican al campo, a sembrar maíz o frijol, pero sólo en temporada de lluvias; fuera del temporal, se deben ir a buscar trabajo”, señaló.

 

CARESTÍA DE MEDICAMENTOS

En atención a la salud afrontan también deficiencias. Cuentan con una clínica donde atiende una médica entre semana, de 8:00 a 17:00 horas, demandan un médico para los fines de semana y las noches.

Aunque en la pandemia no se han registrado muchos contagios, el Covid-19 provocó la muerte del presidente municipal, Fernando Raymundo Valeriano Ramírez, quien falleció en febrero de este 2021.

Él había sustituido a Simón Urcino Bazán Méndez, quien era presidente municipal en la presente administración, pero falleció el 25 de agosto de 2020 a raíz de un accidente automovilístico en la carretera Huajuapan-Mariscala.

De Jesús Martínez indicó: “Aquí no tenemos casos, lo que estamos sufriendo es la falta de recursos, eso es nuestro sufrimiento”, lamentó.

Especificó que “se han presentado algunas emergencias fuera del horario de atención de la clínica y en eso apoyamos para que se trasladen a Huajuapan, que es el lugar más cercano”.

Sin embargo, con “más cercano”, se refiere a unos 50 kilómetros de distancia trasladarse a Huajuapan, para lo cual se debe invertir alrededor de una hora y media de camino.

El síndico aprovecha la oportunidad para denunciar que, en muchas ocasiones, hay carestía de medicamentos y que la clínica es insuficiente para atender los más de 6 mil habitantes de la comunidad.

“Yo veo que son como 7 mil, está grande el pueblo, por eso no alcanza el recurso ni los servicios, por más que queramos”, aseveró.

MEJORAN CAMINOS

La población está aprovechando la generación de empleos a raíz del Programa de Pavimentación de Caminos a Cabeceras Municipales, que impulsa el gobierno federal.

Son cuatro cuadrillas de 10 personas cada una, las que trabajan en estos caminos y, sus integrantes, ganan cada uno mil 200 pesos semanales.

“Siento que se gana muy poco porque se gasta gasolina y en la comida, además de que la pavimentación está cada vez está más lejos del pueblo y más cerca de Huajuapan, por eso los de los otros pueblos vecinos no le quieren entrar a este trabajo”, resaltó.

De los alrededor de 50 kilómetros aproximados que hay de la desviación de la carretera a Mariscala a Zahuatlán, falta la pavimentación de 7.9 kilómetros.

El gobierno local espera que en febrero autoricen la obra de otros 2.5 kilómetros y en el transcurso del 2022 se culmine, pues esto ha reducido el tiempo de traslado de poco más de dos horas a una hora y media.

Zahuatlán afronta problemas de transporte a Huajuapan, a donde los pobladores deben acudir a realizar sus compras. Tener un mercado es uno de los anhelos del síndico municipal y de muchos pobladores que, con lo que cuentan, es con algunas tiendas pequeñas en la calle principal del centro.

Hay transporte público que parte en la mañana y regresa por la tarde a la comunidad, el cobro es de 60 pesos la ida, 120 pesos la vuelta completa, la mitad de lo que gana Victoria en toda una semana cosiendo balones.

Otro lugar cercano es San Miguel Amatitlán, pero al ser un municipio pequeño, ahí sólo acuden los jóvenes que son beneficiarios del programa para jóvenes “Becas para el Bienestar Benito Juárez”.

Los adultos mayores reciben su dinero en la comunidad porque los llamados Servidores de la Nación les llevan sus pensiones.

“Hay mucha gente que no tiene becas todavía, se van a apuntar, pero tardan mucho en recibir su dinero y, mientras tanto, están sufriendo”, dijo De Jesús Martínez.

OTRA VEZ, ENCABEZA CIFRAS DE MARGINACIÓN

No es la primera vez que San Simón Zahuatlán está dentro de los primeros lugares en mayor pobreza en el país; ocupó el sexto lugar en 2010 y el décimo en 2015, de acuerdo al CONEVAL.

Sin embargo, para los habitantes, de nada ha servido obtener ese deshonroso título o que los volteen a ver solamente cuando se dan a conocer las estadísticas, pues recuerdan que hace años ya ocupó el primer lugar nacional.

“Los cinco municipios que se han mantenido en el grupo de mayor porcentaje de población en situación de pobreza en la década de 2010-2020 fueron: Aldama, Chanal, Chalchihuitán y San Juan Cancuc, en Chiapas; así como San Simón Zahuatlán en Oaxaca, los cuales son municipios indígenas y su población en situación de pobreza ha representado porcentajes superiores al 98 % de sus habitantes”, señala el CONEVAL.

Especifica que una persona se encuentra en situación de pobreza “cuando no tiene garantizado el ejercicio de al menos uno de sus derechos para el desarrollo social, y si sus ingresos son insuficientes para adquirir los bienes y servicios que requiere para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias”.

De acuerdo al “Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social” del CONEVAL, San Simón Zahuatlán ocupa el primer lugar en pobreza porque tiene 4 mil 925 personas viviendo en esta condición, lo que representa el 99.7 por ciento de su población.

El segundo lugar a nivel nacional lo ocupa Cochoapa El Grande, en Guerrero, con 21 mil 844 habitantes en pobreza, 99.4 por ciento de su población.

Coicoyán de las Flores, ubicado también en esta región Mixteca de Oaxaca, se encuentra en tercer lugar con 9 mil 500 personas en situación de pobreza, el 99.3 por ciento de sus habitantes.

Las autoridades de Zahuatlán esperan que se dé a conocer su problemática y “ahora sí”, se haga algo para atenderla.

“La verdad mi gente está sufriendo bastante, unos viven aquí, otros migran por la misma razón de que carecen de recursos, no tienen dónde trabajar, muchos de los que se dedican a coser balones o sombrero ganan en promedio 10 pesos al día, ¡no alcanza para nada!”, lamentó el síndico.