Resurrección une a pueblos etecos

Como cada Domingo de Pascua, la Resurrección de Jesús unió a las comunidades etecas que recorrieron las principales calles para llegar al templo de San Pedro y San Pablo.

De acuerdo con las autoridades de la iglesia católica, en esta celebración participan 22 municipios que conforman el valle eteco, los feligreses acuden cargando sus santos patronos a la cabecera distrital para renovar la fe y celebrar la Resurrección del Señor Jesucristo.

“No sabemos desde cuándo se lleva a cabo esta celebración, nos la han heredado de generación en generación, para nosotros es una festividad muy grande porque celebramos una nueva vida, la resurrección de nuestro señor”, señaló Federico Reyes Hernández, originario del municipio de Reyes Etla Oaxaca.

Otros feligreses provenientes de municipios más alejados como Guadalupe Etla, explican que la caminata para llegar a la Villa, empieza desde las 5 de la mañana, antes de salir el sol y con ello, con el santo en los brazos, parten hacia su destino.

“La gente acostumbra a adornar a la Virgen de Guadalupe un día antes del recorrido, con flores de bugambilias y rosas multicolores le cuelgan para que el día de Pascua pueda lucir”, explica Cándido, oriundo de esta región que llega “a recargar energía para un nuevo comienzo en la vida religiosa”.

“Esta celebración tiene muchos significados, es cuestión de fe, para algunas familias es acompañar a Jesús en su resurrección, es la celebración de haber resucitado, para otros es un nuevo comienzo, es bañarnos con el sol del Domingo de Pascua, esto después de haber vivido la Semana Santa”, señaló.

Al llegar a la cabecera distrital, aunque no es una competencia para exponer al santo mejor adornado, muestra a su patrono, todos llevan marmotas de calenda, acompañadas con música de banda, cohetes y decenas de familias.

Para las autoridades religiosas que dirigen la misa de Pascua, esta celebración también tiene como propósito el hermanamiento de las comunidades del valle eteco, a través de las imágenes religiosas.

Entre las más veneradas destacan la Virgen de la Asunción, el Señor de las Peñitas, Jesucristo, San Miguel Arcángel, San Juan Bautista, entre otros que se reúnen en el atrio del templo de San Pedro y San Pablo para ser bendecidos y acompañar a Jesús en su resurrección.