El nuevo laurel plantado en noviembre en sustitución del guamúchil y el emblemático laurel de los conciertos dominicales ha resistido al estrés de la Plaza de la Constitución o zócalo de la ciudad de Oaxaca.
Tras la muerte del guamúchil plantado en julio en sustitución del laurel, el actual árvol de 18 años se ha impuesto.
Aunque algunas de sus hojas se muestran secas, el descendiente del “legendario” y “majestuoso” laurel que habita en la zona arqueológica de Monte Albán sigue en pie.
El ficus retusa fue plantado el 13 de noviembre, aunque sin ceremonia como sucedió con el guamúchil.
El nuevo árbol fue donado por la Fundación Salvador Flores Concha y ha sido cuidado entre esta y el ayuntamiento capitalino.
Hasta este mes, la Secretaría de Medio Ambiente y Cambio Climático señalaba que el ejemplar había logrado adaptarse.
Gana el laurel en consulta ciudadana
La decisión de plantar el laurel se tomó luego de que el 3 de noviembre la dependencia a cargo de Elsa Ortiz Rodríguez dictaminó que el guamúchil se encontraba totalmente seco y no logró adaptarse en los poco más de 3 meses que estuvo en la jardinera.
El laurel fue la segunda especie más votada en la consulta ciudadana hecha para definir la especie que sustituiría al laurel de los conciertos dominicales, caído el 7 de junio durante las lluvias de aquella noche.
Y por las cuales también tuvo que ser retirado otro ejemplar de la misma jardinera.
La sobrevivencia del nuevo laurel y los demás árboles que se volvieron en los huéspedes más recientes del zócalo sigue incluso en un ambiente donde diariamente conviven el comercio ambulante, la música de la marimba o los establecimientos comerciales.
Además de atestiguar el día a día de una ciudad donde miles transitan por esta zona, o donde a unos metros se retira y sustituye la cantera de la Alameda de León.
