El 11 de diciembre de 1987, la zona arqueológica de Monte Albán y el centro histórico de Oaxaca de Juárez fueron declarados conjuntamente como patrimonio mundial de la humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO. Sin embargo, para la ciudad la celebración por los 37 años con esa distinción se enmarca en múltiples problemas como el comercio en vía pública, que, aunque se ha reducido en los últimos tres años es un problema persistente en la zona prohibida del centro.
Asimismo, porque en esta parte considerada patrimonio también afloran problemas como el cambio de su arquitectura, con la proliferación de terrazas comerciales y la colocación de adornos que cubren los inmuebles o el paisaje de una ciudad que logró el reconocimiento por su arquitectura colonial. En diciembre de 2023, el ayuda capitalino aprobó un nuevo reglamento de Aplicación del Plan Parcial del Centro Histórico, aunque a la fecha no se han aplicado sanciones en materia de terrazas o de otras modificaciones a los inmuebles que van en contra de la ley y demás normativas sobre la también zona de monumentos.
La gentrificación y turistificación, fenómenos por los que, en el primer caso, se ha despoblado el centro o sus residentes son de mayor poder adquisitivo comparado con la población local, son otros de los problemas que han aumentado en los últimos años. En el caso de la turistificación, se observa en el cambio de sus antiguas casas que han dado paso a comercios enfocados en la atención turística y porque las tradiciones se han adaptado a la demanda comercial de las y los visitantes moldeando expresiones como las calendas, los convites, las comparsas, entre otros propios de festividades religiosas o de otros orígenes que no se relacionan con las celebraciones en las que se han usado últimamente.
En junio, Andrés Morales, representante de la UNESCO en México, reconoció que Oaxaca de Juárez y otras ciudades patrimonio en el mundo comparte retos como la gentrificación y turistificación. “Hay bastantes retos, uno tiene que ver con la sobre explotación turística de los sitios de patrimonio, donde incluimos más gente de la que realmente puede soportar, tiene que ver también con el uso de los bienes y del patrimonio”, explicó en entrevista.
En cuanto al comercio en vía pública, a la fecha, se estima que de los 3,500 comerciantes que se llegaron a contar en la administración 2019-2021 y de los casi 3,000 que se tenía en 2022, al inicio de la actual administración municipal, la cifra actual de puestos y comerciantes es de menos de 900. Esto de acuerdo con datos de la Secretaría de Gobierno de Oaxaca de Juárez y confirmados por el edil capitalino, Francisco Martínez Neri.
La movilidad es otro de los pendientes en la ciudad, especialmente en su centro, donde las calles hechas para carretas se han tenido que adaptar a un creciente número de vehículos de motor. Diversos colectivos por la movilidad e incluso un estudio costeado por el Banco Interamericano de Desarrollo en este año han remarcado la necesidad de hacer más peatonal el centro y apostar por una movilidad que vaya acorde a la legislación, es decir, que priorice la pirámide de movilidad, es decir, primero a peatones y ciclistas.